Un niño labrando en un campo de maíz dañado por inundaciones y tifones que forma parte de una granja colectiva de Soska-Ri, en septiembre de 2011, en la provincia norcoreana de Hwanghae del Sur.
Fuentes: Business Insider, Human Rights Watch
CAPÍTULO 13
A la mañana siguiente, el cielo fue encubierto por un ejército de nubes grises. Por el ventanal del cuarto de Jongin, la luz ingresó menos brillante que todos los días. Su coloración era fría. Y, cuando miraba a través del cristal todavía un poco adormecido, podía atisbar un par de gotas quietas sobre la superficie, esperando desvanecerse antes de que la lluvia cayera de nuevo.
A pesar del día, Jongin no sentía frío. No tenía sábanas encima, pero contemplar dormir a Kyungsoo le brindaba la tibieza que el tiempo no tenía. Jongin mantenía la cabeza apoyada en una mano y una sonrisa involuntaria dibujada en los labios. Todo a causa de que el menor estuviera cubierto de colchas hasta la nariz, y con los párpados delicadamente cerrados.
La noche anterior había sido una montaña rusa de emociones para cada uno. La situación había resultado en el mejor de los escenarios. Sin embargo, la mejilla enrojecida de Kyungsoo -que en sus pómulos había adquirido un dejo de color morado. - había mantenido a Jongin insomne examinando las posibilidades de su causa. Además de por el cansancio, Kyungsoo había estado a punto de desmayarse a los pies del edificio, al bajar del auto. Por ello Jongin lo había cargado hasta su cuarto, ofreciéndose a dormir en el sofá para no incomodarlo, pero a su vez recibiendo una negativa al ofrecimiento.
Después de una larga discusión de broma acerca de quién debería ser quien saliera del cuarto, Kyungsoo había caído dormido con su mano posada sobre el corazón del contrario. Su ritmo, parsimonioso y humano había resultado más poderoso que el agresivo metal del portaagujas que en el quirófano se le había resbalado. Aquel que, según había pensado, no lo dejaría dormir de ahí en más.
-Buenos días -susurró Jongin cuando Kyungsoo comenzó a removerse entre sueños, manteniendo el semblante sereno pese a que, después de todo lo que había pasado, la idea de ver lúcido a Kyungsoo le acelerará el pulso como un redoble de tambor.
Kyungsoo respondió mediante palabras inconexas. Balbuceos que, de a poco, lo fueron desligando del sueño.
-¿Jongin? -preguntó. Parpadeando varias veces ante la luz que le pegó desde el exterior.
Cuando los dedos de Jongin se posaron sobre sus mejillas, Kyungsoo reaccionó y se sentó.
-¡Yah! ¡¿No volví a mi cuarto?!
Jongin carcajeo, negando con la cabeza, e imitó su acción. Kyungsoo recibió el gesto con una sonrisa y, después de eso, bastó que Kyungsoo dejara de mirar sus dedos y enganchara su mirada con la de Jongin para que la conversación fluyera entre ambos.
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Anatomías Incompletas [KaiSoo/KaDi]
Fanfiction«Do Kyungsoo es el corazón, y un médico norcoreano teniendo que escapar del mundo para salvar su vida. Kim Jongin es el cerebro, y un médico neurocirujano que renunció a operar por miedo a perderlas. De un día para el otro, sus cuerpos colisiona...