Capítulo 17

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¡Actualización un martes!
Para su suerte, me inspiré.
No olviden dejar sus comentarios y les agradecería mucho si pudieran compartir la historia 💞

CAPITULO 17

Kyungsoo disfrutó del viaje a cuestas de Jongin hasta que lo dejó en la puerta del baño de su cuarto y le plantó un beso en el hombro desnudo, susurrándole en la oreja que entraría al de su propio baño. Aquello en parte lo hizo bajar la mirada, un poco decepcionado. Pero, por otro lado, lo alivió y estuvo seguro de que Jongin notó ese detalle cuando su pecho se desinfló, soltando la sensación de nerviosismo que se había estado guardando.

No era que no quisiera compartir con el mayor algo tan íntimo como una ducha. Tenía que admitir que, cuando Jongin soltó sus palabras, llevó su mente a un escenario cargado de vapor en donde le lavara el cabello hasta dejárselo tan sedoso y brilloso como el mayor solía llevarlo.

Se dio cuenta pronto, sin embargo, que Jongin todavía no había visto cada una de las partes de su cuerpo, y no era nada más el pudor lo que a Kyungsoo le importaba. Si, lo hacía sonrojarse el pensamiento de que sus ojos se pasearan por su anatomía sin nada que cubriera su parte baja. Pero el pensamiento que lo aterraba estaba escondido detrás de todas aquellas heridas que no estaban en su torso y que, por lo tanto, Jongin todavía no había contemplado.

Además de faltarle dos dedos del pie, también tenía la marca de antaño que habían dejado las torturas a las que lo habían sometido para sacarle información sobre las juntas opositoras que solía organizar su padre. Kyungsoo tenía nueve años para entonces y desde allí que caminaba con una marca rectangular en la zona de la pelvis, otra triangular en la pantorrilla y una de la misma forma que lo sellaba en el muslo.

Esa y las miles de demás cicatrices -algunas todavía visibles, y otras desvanecidas hasta la nada. -eran su demostración explícita de que le pertenecía a Corea del Norte y que, aunque de la vida misma se escapara, su alma seguiría marcada.

Al día siguiente, Jongin lo levantó más temprano de lo que acostumbraba. Provocando que se revolviera entre sus brazos y que balbuceara palabras inconexas hasta llegar a la lucidez y tomar la iniciativa de correr las sábanas. Hicieron su rutina y al finalizar el desayuno, Jongin le dijo que tenía que hacer algunos recados. Kyungsoo, que ya estaba vestido para el trabajo, se quedó con el café en los labios; temeroso de que el mayor le dijera que tendría que moverse en la camioneta para llegar hasta el hospital.

-¿Me llevas tú? -preguntó. -O... ¿O tengo que conducir la camioneta?

Jongin rió y negó con la cabeza. No. Definitivamente no se sentaría frente al volante del auto después de lo que había pasado con el auto de Minseok y la cortadura de los vidrios en su brazo. Kyungsoo se sintió aliviado y, en su lugar, Jongin le dijo que le enseñaría a moverse en metro si no le molestaba.

No esperó que el más bajo se mostrara tan ansioso por hacer lo mismo que el resto de los ciudadanos. No todos disponían de un bonito auto ni tampoco de la paciencia necesaria como para aguantar el tráfico. Incluso en la escalera, cuando llegaron a la estación más cercana, Kyungsoo se movió con energía y bajó los escalones rápido. Jongin consiguió a tientas seguirle el paso... Era eso, o soltar su mano.

Fue una suerte que Jongin hubiera decidido agilizar el paso. Al llegar al subterráneo y contemplar tanta gente a su alrededor, - todas habituadas a llevar ese estilo de vida y sin tener dudas de por dónde y cómo moverse para llegar hasta sus lugares de trabajo. -Kyungsoo retrocedió unos pasos, sintiendose intimidado. En contra de su voluntad, su subconsciente se lo recordó de nuevo; Que aquella no era su patria. Que había forzado el verdadero y trágico rumbo para el que había sido destinado.

Anatomías Incompletas [KaiSoo/KaDi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora