CAPITULO FINAL
Habían pasado tres meses desde que Jongin no volvía a casa.
No había señales de su cuerpo ni más noticias sobre su paradero... Al menos nada que le quisieran decir a Kyungsoo... Kyungsoo solo tenía un anillo y las palabras distorsionadas que había escuchado en medio de la más remota oscuridad y el pánico.
Lo único que sabía era que Huan Yue se lo había llevado. Lo único que sabía era que Oh Sehun no quería involucrarlo y que su corazón se iba encogiendo cada vez más.
—Pudimos seguir su rastro hasta doce kilómetros antes de llegar hasta la frontera. Cuando llegamos hacia donde el GPS nos indicaba, encontramos su teléfono y entendimos el por qué. —le había dicho Oh Sehun. El teléfono de Jongin había sido útil para seguir su rastro hasta que alguien, posiblemente HuanYue, lo había lanzado hacia la carretera, completamente destruido. De todas maneras, ninguno había batallado en deducir que la meta del hombre había sido llegar hasta la frontera entre el Norte y el Sur. —. Kyungsoo, necesitamos que mantengas la calma y que no te metas en esto.
—¿Qué no me meta? —habían llegado a la fábrica. Kyungsoo había pasado dos horas completas, encerrado en la camioneta hasta que había culminado el enfrentamiento entre los cuervos de Huan Yue y los hombres de Oh Sehun. A Minseok le habían disparado en las piernas. No lo había visto porque lo habían trasladado hasta el hospital de urgencias. LuHan, por su lado, había volcado la camioneta y tenido que defenderse a balazos imprecisos, con las extremidades aplastadas por aquella bestia de metal. —Estoy calmado. Pero no me vengas con que no me meta y deje a Jongin a su suerte.
Tenía los labios morados. Alguien lo había ayudado a sentarse sobre un cajón de madera y posado una manta sobre sus hombros, pues los temblores de su cuerpo no parecían disminuir ni un poco. Kyungsoo se había desgarrado la garganta gritando toda la información que desde adentro de la camioneta había recolectado. Al poco tiempo se había dado cuenta de que no era nada que ignoraran los hombres de Oh.
Sentado sobre aquel cajón astillado, Kyungsoo descubrió cuál era el plan.
—Jongin insistió en negociar con Huan Yue y entregarse por tu cuenta. —explicó Sehun. La fábrica estaba sucia. Gritos se escuchaban y gemidos adoloridos no faltaban. Varios de los hombres de Oh Sehun habían sido trasladados a KimGal para ser tratados. Los de Huan Yue, al recibir sus órdenes, se habían desvanecido entre la bruma más oscura.
—Y tú se lo permitiste. —respondió Kyungsoo.
—Le dijimos que nos esperara.
—Diez minutos. —recordó Kyungsoo. Oh Sehun estaba de rodillas, procurando no levantar la voz para cumplir con los deseos de Jongin acerca de no alterarlo.
Kyungsoo alzó la voz.
—¡¿Por qué no llegaste en diez minutos, Oh?!
Kyungsoo sabía que Oh Sehun y Minseok no habían llegado a tiempo porque antes habían tenido que lidiar con salvar sus propias vidas. Sabía que mientras que a Minseok le preocupaba su hermano, a Sehun le preocupaba LuHan. Sabía que había sido imposible para ambos llegar a tiempo hacia ningún lado cuando los cuervos no les permitían pasar. Aun asi, no pudo evitar que su odio fluyera como desde un grifo que escupiera masas de agua negra.
Su corazón latía dentro de su pecho y el adormecimiento de sus pies coincidía con el de sus sentimientos. De a intervalos Kyungsoo no sentía nada y de a intervalos lo sentía todo. No se lo creía. No podía admitirlo en sus memorias... Su prometido estaba desaparecido y el único destino que podía contemplar para él era la frontera con su país natal.
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Anatomías Incompletas [KaiSoo/KaDi]
Fanfiction«Do Kyungsoo es el corazón, y un médico norcoreano teniendo que escapar del mundo para salvar su vida. Kim Jongin es el cerebro, y un médico neurocirujano que renunció a operar por miedo a perderlas. De un día para el otro, sus cuerpos colisiona...