Anatomías Incompletas [KaiSoo/KaDi]

Capítulo 23

Si quieren sentir más el capitulo, les recomiendo reproducir la canción que voy a dejarles a mitad de capítulo. Está en la playlist de Anatomias Incompletas (que igual voy a dejar como siempre aquí al principio) y es muy especial 💕 No olviden contarme que tal les pareció!

CAPITULO 23

Jongin recibió sus treinta años con Kyungsoo entre sus brazos y la luz de la luna cayéndole entre los labios. Ya habían apagado las luces. Tenía los ojos cerrados y la seguridad de que Kyungsoo estaba en el mismo estado adormecido que él a su lado. Al fin y al cabo, los días en el hospital habían transcurrido agotadores para ambos e incluso mientras charlaban sobre cuanto les había gustado compartir un momento de intimidad, habían estado soltando bostezos de cansancio. Jongin ignoraba que en realidad el más bajo había estado haciendo tiempo para que las doce llegaran más rápido. Tenía los ojos bien abiertos en dirección al reloj digital a sus espaldas y cuando los números cambiaron, sintió un par de manos que lo tomaron de las mejillas y atrajeron a sus labios. Abrió los ojos en mitad de la sorpresa y se encontró con la placidez plasmada en el rostro de Kyungsoo, que solo se separó de él para felicitarlo.

—Feliz cumpleaños, jagi-yah.

Jongin había estado ignorando la proximidad de sus treinta años. No era que no le gustaran los cumpleaños, sino que le costaba pensar en que ya no era un crío que lanzaba papelitos a las chicas en la escuela secundaria ni estudiaba en la universidad como si no hubiera mañana. Desde principios de los veintinueve y durante gran parte de los veintiocho había estado seguro de que aquel sería el  tiempo que sellaría la soledad que lo acongojadaba. La edad, a diferencia de como pensaba, le había llegado como un regalo porque el vacío en su pecho estaba lleno y lo ocupaba el chico de ojos brillantes que yacía entre sus brazos.

A la mañana siguiente, la rutina se desarrolló con normalidad. Ese día su trabajo requería que fuera a la tarde, precisamente las tres. De modo que, mientras le cambiaba los vendajes antes de irse a KimGal, Kyungsoo le dijo a que le gustaría acompañarlo. La respuesta del moreno fue un rotundo no que se fue ablandando con la insistencia de las caricias en su cuello y el argumento de que le vendría bien un chequeo después del ajetreo de la atardecer que juntos habían pasado. Jongin terminó accediendo y llevó a Kyungsoo hasta el auto sin permitir, sin embargo, que llevara su uniforme de trabajo.

—Vas a estar ahí como un paciente normal y no te levantarás de la silla hasta que te atiendan. Llamaré un taxi para que te vuelvas —fijó como condición antes de salir. No podría llevarlo por su cuenta a casa porque Oh le había dicho que a las cuatro debería de estar en la fábrica para recibir a los desertores que llegaban. Su fiesta de cumpleaños estaba planeada para la noche y no tenía idea de como haría para embutirse en su traje, buscar a Kyungsoo, y no dormirse a mitad de la celebración.

—¿Tienes mucho trabajo?

Jongin asintió.

—¿Y no puedes hacerte un certificado de que estas enfermo?

Ya estaban en el auto, así que, con las manos en el volante, Jongin rodó los ojos y negó. Kyungsoo rió a su lado, conociendo de antemano la respuesta. Sabía que aquello era imposible y que aunque estuvieran autorizados, ninguno recurriría a una medida como esa.

Jongin reconoció la broma. Kyungsoo solo quería compartir con él su día especial.

La entrada al hospital no fue tan complicada como antes. Los periodistas ya tenían las imágenes que necesitaban y al parecer estaban ocupados en crear una historia a su al alrededor. En Seúl algunos trabajaban con la verdad y otros preferían confiar en su propia y vagamente fundamentada interpretación. La mayoría estaba preparándose para acosar la entrada de donde se reunirían en la noche, en un hotel. Jongin no había querido encender las noticias durante el desayuno porque la sonrisa de Kyungsoo estaba demasiado brillante como para que la apagaran los rumores sobre el abuso de su hermana..