-Rapunzel, despierta- fui levemente sacudida de los hombros acompañada de una dulce voz susurrante.
-¿Mmh?- no iba a abrir mis ojos, estaba cansada y seguía soñando en alguna cosa inexistente en este mundo.
-Levántate, alguien llama por ti al teléfono- insistió aquella voz que cada ves sonaba un poco más fuerte. Negué dos veces con mi cabeza acurrucándola entre mis brazos que servían de almohada.
-Nadie me busca, déjame en paz- balbuceé molesta, comenzaba a irritarme que no parara de zarandearme y dejarme dormir. Había sido una larga noche, lo menos que pedía era dormir todo el día.
-Es un chico... ¿cómo dijiste que te llamabas? ... Ah sisisi, Jack... Se llama Jack.
Mi cabeza buscó similitud con alguna persona que conociera con ese nombre hasta dar con un chico de deslumbrantes ojos azul zafiro. Abro mis ojos con pesadez quitando las lagañas que obstruían mi vista sintiendo un cosquilleo en mis brazos por lo entumidos que estaban. Me levanto del sucio piso del baño en donde me encontraba con ayuda de Gloria y me entrega mi teléfono mientras me ayuda a salir de ahí.
-¿Bueno?- mi voz suena ronca y seca, necesitaba con urgencia un vaso con agua.
-¿Rapunzel? Hola soy Jack Frost- la voz del otro lado de la línea contestó alegremente, se oía raro como si tuviera tapada la nariz.
-Hola Jack- vuelvo a hablar sintiendo un fuerte dolor en la cabeza, Gloria y yo llegamos a la barra de bebidas que se encontraba desolada y recargué mis brazos en aquella costosa madera para que sostuvieran mi cabeza y el dolor parara.
-¿Estás ocupada? ¿Te agarro en un mal momento?- pregunta con un toque que no consigo distinguir. Niego con mi cabeza en modo de respuesta- ¿Rapunzel? ¿Sigues ahí?
-S-si, digo no. No estoy ocupada estoy algo mareada, pero si sigo aquí- expliqué velozmente. Gloria me sirvió un vaso de agua y dos pastillas que ayudarían a disminuir en dolor y mareo que tenía.
-Bueno, porque si quieres...
-¿Qué es lo que necesitas? Mérida me dijo que tenías diarrea.
-Ah... si sí que bueno que te lo hizo saber. Ejem, ya estoy mucho mejor, estoy tomado medicamento y estoy bien- habló con nerviosismo, como si hablar de sus problemas de estómago lo apenara- Y me gustaría recomponer esas dos clases a las que falté esta semana, si no tienes planes para el día de hoy me gustaría invitarte a mi casa para que esos días no nos afecten.
Abro mis ojos ante la invitación de Jack ahogándome con el agua que bebía mientras lo escuchaba.
-¿I-Ir a tú casa? ¿Hoy? ¿A-Ahora?- volví a interrogar tosiendo un poco para que el aire volviera a su ciclo habitual.
-Si bueno, no ahora, en una hora o dos. Claro si quieres y puedes, si no no hay problema y nos vemos el lunes- objetó.
-Ahh- me quedé pensando en su petición que me había despabilado por completo. Drago no había hablado conmigo sobre lo ocurrido el jueves en la noche y ayer solo esperó a que me pusiera el nuevo atuendo que tenía para mí. Y si quería salir hoy necesitaba entregarle cinco mil dólares como mínimo. Muerdo mi labio inferior del lado que no está maltratado al no saber qué hacer- ¿Te parece si te devuelvo la llamada en unos minutos? Necesito ver unas cosas y...
-Claro claro, pedir permiso y eso. Si te entiendo. Estaré esperando tu llamada.
-Si, claro, adiós- colgué inmediatamente borrando la sonrisa que no tenía idea que abundaba en mi rostro y comencé a sacar el dinero de mi ropa para contarlo.
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Jackunzel: Golden Flower
Romance¿Escuchaste hablar sobre la mágica flor dorada? Cuenta la leyenda que una gota de sol cayó sobre la tierra, formando así una bella flor de color dorado que poseía poderes especiales y la personas que la encontraste sería afortunada. Rapunzel fue a...