Juntos, y eternos. #3 │Federico Vigevani. (EDITADA)

Capítulo 30// El parque

Tocaron la puerta de casa y Cielo y yo ya sabíamos quien era. Fede nos esperaba del otro lado con una sonrisa, y supe que, aunque él tiene llave, todo se trataba de sorprender a Cielo y ver su carita de felicidad. 

La niña sonrió enormemente al ver a su padre, iba con dos colitas, que la hacían ver hermosa y demasiado tierna, Fede le sonrió de igual manera y sacó de su bolso una muñeca de hadas - la nueva obsesión de mi hija. 

─ La malcrias muchísimo, Vigevani ─ sonreí y lo besé, él me tomó de la cintura, besándome dulcemente. 

─ Después tenemos que hablar sobre ese tema vos y yo ─ dijo, quise reir de la intensidad del chico. 

Habíamos llevado a cielo al parque, donde siempre casualmente se encontraba con Mechi y Lilly, sus amigas, pero hoy no habían venido, así que la niña se encontraba jugando sola en los toboganes. 

─ ¿Pero les fue bien? ─ pregunté sobre el viaje

─ Si, por suerte si... t/n, ¿y cielo? 

La pregunta del chico me hizo notar que no la estaba viendo en ese momento, lo cual me asustó profundamente, comencé a mirar a los lados y no la veía, nos paramos a buscarla y a gritar su nombre, con el miedo perforandonos los huesos. 

─ ¡Acá está! ─ exclamó Federico, mientras veíamos a la niña entre los arbustos del parque. 

─ ¡Cielo! ¡Amor! ─ dije, la niña tenía lagrimas en sus ojos y su hadita en la mano. 

─ Estaba buscando más hadas para que jueguen con su hada ─ me explicó Fede

─ Bueno, para la próxima venis y nos decis a donde vas a estar así mamá y papá no se preocupan, ¿si? 

─ Si mami. ¿Me siguen queriendo? 

─ Obvio que si dulzura.