Capítulo 39

912 55 9
                                    

Federico estaba de vuelta, y jamás habría forma de hacerme borrar el rostro de felicidad que Cielo había puesto al ver a su padre. Mi amor estaba internado aún, había tenido un fuerte accidente. Pero estaba con vida, y era más de lo que podría pedir.

No recuerdo cuánto tiempo demoré en soltarlo, pero sé que fue muchísimo. Federico se alegró muchísimo de haber llegado antes que Joaquín, y puedo jurar que él estaba completamente feliz dentro de mí también. 

Josefina, la hija de Mathi y Agus nació ese día, con una salud intachable. Ambas estaban sanas, vivas, felices, y Mathi estaba totalmente embobado. 


Un par de semanas después, desperté con un pequeño dolor de espalda, Federico acariciaba mi vientre mientras dormíamos. Pero yo no pude volver a conciliar el sueño. Lo desperté, muy a mi pesar, y esa mañana fría de agosto nació Joaquín. 

─¿Él es mi hermanito? ─ preguntaba Cielo, quien observaba a Joa en la sala de natalidad, estaba en brazos de su padre, como lo había estado desde que su hermano había llegado al mundo. 

─Él es ─ le había contestado mi esposo, mientras mirábamos a nuestro segundo milagro. 

Los observé a los tres, sin poder creerlo del todo. Estaba ahí, estábamos vivos, sanos y felices. 


Dos años después, llegaron los mellizos, Tadeo y Lucía. 

Parece que la fábrica aún no estaba completamente cerrada. 

Y ¿quien sabe?... 


*****
Se limpia las lagrimas :')


Juntos, y eternos. #3 │Federico Vigevani. (EDITADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora