Un fuerte diluvio musicalizaba aquella noche invernal de un veintidós de diciembre, generando una situación de relajación un tanto sombría.
Debían de ser eso de las cuatro. El viento mezclado con la lluvia creaba un frío que hacía arder los huesos y adormecía dolorosamente las articulaciones.
Sin embargo, allí estaba Harry, solo con un par de pantalones deportivos mientras reposaba sus codos en el marco de la ventana, exhalando humo de su boca con un cigarrillo mentolado entre sus dedos índice y corazón, una canción de ''The Howlers'' sonando en sus auriculares.
Por momentos temblaba de manera leve por el frío y su garganta ardía ligeramente, aun cuando al mismo tiempo le gustaba aquella sensación y el sentimiento de paz.
Por primera vez en el día, se sentía tranquilo.
Al escuchar un portazo, su primer instinto fue apagar el cigarrillo contra el lado de afuera de la pared, porque odiaría que Louis lo encontrase fumando de madrugada, pero tan pronto como lo hizo notó que era su vecino. El viejo de Bianchi, saliendo con una mochila negra al hombro y un paraguas en mano.
Era un tipo de vibras oscuras, como su madre decía cada vez que los visitaba, que vivía solo junto a su mujer Margaret (a quien no se la veía casi nunca) en una casa de aspecto un tanto gótico y bastante demacrado, como si fuese un monasterio pero por supuesto que unas diez veces más pequeño. Al notar que estaba siendo observado, el hombre bajó la cabeza con desaprobación y se volvió hacia su auto, entrando con suma tranquilidad.
A veces Harry se preguntaba cómo aquel hombre seguía como si nada le importase, cómo algunas personas podían seguir sin sentir demasiado o con el corazón a la mitad.
El señor Bianchi había perdido a su hija hace unos meses de una sobredosis, pero sin embargo seguía como si nada. Incluso al rizado le extrañaba no ver a aquella chica de pelo rubio decolorado volviendo a las cinco de la mañana con variedad de drogas y alcohol encima.
Bianchi todos los días sin falta iba al trabajo y volvía, con el semblante serio, solo el día del funeral había llegado más temprano, pero luego todo siguió igual.
''Yo jamás podría'' pensó.
Harry se acercó a su escritorio y dejó el mp3 que estaba usando, doblando cuidadosamente los auriculares y guardándolos en el estuche para luego sentarse en el alfeizar, balanceando sus pies en un compás y moviendo la cabeza al ritmo de una lenta y pacífica melodía que solo él podría apreciar, ya que la compuso días atrás e, increíblemente, la había amado. No dejaba de pensar en el ritmo, y como quien había inspirado aquella canción estaba junto a él ahora, durmiendo en la misma cama que él, todo estaba bien. Su yo del pasado nunca hubiese pensado que eso fuese posible.
Vio pasar en total seis autos y algunos adolescentes apresurándose por entrar silenciosamente a sus casas luego de una larga noche fuera. Harry notó que las farolas de la calle parpadeaban y las luces de una tienda las veinticuatro horas se atenuaban y luego iluminaban bastante. Sintió una lágrima tibia caer por su mejilla, la cual quemaba un poco por lo frío que estaba.
Quizá era de tristeza, quizá de cierto alivio, quizá de ambas...
Al mirar al cielo, se dio cuenta cuanto amaba la brisa helada y que la llovizna mojara su piel, amaba las extrañas noches despejadas que mostraban estrellas titilantes que parecían desaparecer por momentos, que la luna resplandeciente se mostraba con seguridad iluminando partes las cuales los faroles no podían y la tranquilidad de la noche. Sobre todo esta última.
En la noche no había gritos, no había tráfico, ni mal humor rondando. En la noche, los grupos de amigos salían y reían por el frío del ambiente pero por el calor que el alcohol causaba – o que otras cosas causaban – o aquellas parejas mayores que volvían de citas con sus abrigos caros y el sueño apoderándose de ellos, aun cuando deseaban que las noches no terminen nunca.
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Vermisst : The Colorado Project | Larry Stylinson
Science FictionHarry y Louis son pareja desde la secundaria. Ambos son muy unidos e incluso viven en el mismo departamento, pero el único problema es que la comunicación entre ellos empeoró con los años. Esto les trae un gran problema, en especial cuando Louis le...