Capítulo 29: Trivialidades como esas ...

241 12 0
                                    

La voz de Jason me sobrecogió cuando amenazó al chico frente a mí. Los ojos grises que me amenazaban se giraron para enfrentarse con los de Jase.

– ¿McCann? – preguntó divertido – ¿Qué te importa compartir a esta perra? Tienes a unas tantas iguales para comerte el culo.

Jase dio dos pasos antes de lanzar su puño contra la cara del chico. Éste cayó desequilibrado al suelo tocándose el labio que había sido cortado.

– Deja de fijarte en lo que yo tengo y ve a por alguna de tus pu*tas – lo cogió del cuello de su camisa y lo tiró lejos de mí – La vuelves a mirar y te arranco los ojos, ¡¿lo tienes?!

El chico se alejó tambaleándose de un lado a otra con cierta risa y lo vimos desaparecer de nuestra vista. No fue hasta que ese tipo desapareció cuando Jason se giró para verme.

– ¿Estás bien? – dijo en tono preocupado. Asentí. Él suspiró de alivio – ¡¿En qué demonios pensabas cuando saliste de la discoteca?! – encolerizó de golpe.

– ¡Necesitaba aire! – respondí harta – Me agobié, ¿vale?

Sus ojos duros esquivaron los míos mientras apretaba su mandíbula y tragaba saliva. Estaba enfadado. Intenté acercarme a él pero alzó las manos para que pasase. Vale, muy enfadado.

– ¿Sabes? Marcarme no sirvió de nada. Ese imbécil se acercó a mí de todos modos.

– Ya sé muy bien que no le perteneces a nadie, tranquila – dijo de mal humor – Pero la próxima vez sé más consciente y no te vayas así por las buenas. Salió ese idiota, pero cualquiera podría haberte llevado sin que yo me diera ni cuenta, ¿sabes?

Un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal y se me puso el vello de punta.

– Lo siento – susurré en el silencio de la noche.

– ¿Qué importa? – bufó – Ambos sabemos que en cualquier condición te voy a defender, ¿no?

– Jase …

– ¡No eres un jodido juguete, ____! – saltó sin dejarme hablar – ¿Cómo pudiste decir eso? ¿Cómo pudiste siquiera pensarlo? Claro que no eres un objeto, ¡eres mi novia! – clamó.

Su tono de voz empezó a asustarme. Por la postura de su cuerpo deduje que estaba controlando toda su ira contra mí y que estaba diciendo lo único que se atrevía a soltar.

– Mi. Novia – recalcó – ¿O acaso a ti te interesa alguien más que yo?

– No – negué con la cabeza.

– ¿Entonces que pasa por qué diga que eres mía? ¿Eh? ¿Tan malo es que te entregues a mí? Porque créeme que yo sí me entrego al completo a ti y a nuestra relación.

– Sé eso, pero no debiste marcarme el cuello. ¡No ahí, Jase! Nosotros sabemos como es lo nuestro y lo que hemos pasado – di dos pasos valientemente hacia él buscando sus ojos – Mi corazón es tuyo, Jason. Mi cuerpo también es tuyo. Lo sabes, no me importa decírtelo. ¡Yo también estoy completamente entregada a ti! Pero no puedes actuar de esta manera porque una mierda de chupetón no va a detener al que se quiera acercar a mí. Visto está – señalé lo que acababa de pasar – Y en el caso de que alguien se muestre interesado en mí tú tienes que confiar y saber que tú siempre eres mi única y primera opción. Siempre voy a rechazar cualquier camino que no tenga que seguir a tu lado.

– Dijiste que no le pertenecías a nadie … – susurró.

– Me enfadaste – expliqué – Pero Jase – me aproximé del todo a él y agarré su mano buscando el contacto con sus ojos – gran parte de mi ser te pertenece por todo lo que hiciste por mí. Nunca pienses que voy a olvidar eso. Yo te quiero – susurré con dulzura – más de lo que jamás quise a alguien.

Over My Shoulders (Después de la secuela "Behind My Steps")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora