Capítulo 43: Sin medidas

185 8 0
                                    

Tras recoger todos mis útiles en el departamento bajé corriendo de vuelta al coche con Jason. En mi mochila había metido mis teléfonos móviles, mi ordenador portátil y la mitad de mi ropa. Jase no hablaba y yo me empezaba a sentir cohibida.

-¿Qué va a pasar con los chicos? - pregunté recordando mi huida.

-Estarán bien - contestó - Ellos saben lo que hacen.

Seguía dirigiéndose a mí con dureza. Bien ... aquel no era el reencuentro que una chica esperaba con el amor de su vida pero aquello ciertamente no era un cuento de hadas.

-Estás enfadado conmigo - dije con voz neutra como un hecho cotidiano. Jason bufó siguiendo con su conducción hacia la mansión - Suéltalo, Jase. Estás deseándolo - insté tranquila y con ironía - Cuanto antes terminemos con esta tensión, mejor.

-Desapareciste - respondió con rencor resumiendo todos sus argumentos - Dijiste que esperarías y te fuiste - el veneno manó de sus palabras mientras el coche ganaba velocidad. Estaba desahogando sus frustraciones. Adrenalina corría por nuestro sistema - Te fuiste con el enemigo ni más ni menos. ¡Besaste a Drake, por Dios! - hundí la cara dejando caer mi pelo por delante mientras jugaba con mis manos nerviosa - No paré de mandarte mensajes y no respondiste ni uno. ¡No tienes idea de lo que pasó por mi cabeza! - gritó dolido - ¿Estabas enferma? ¿Te habías ido de la ciudad o del país? ¿Te habías metido en más líos por mi culpa? ¿Habrías muerto? - lo miré atónita - ¡Te necesitaba y no sabía NADA de ti! ¿Qué c*ño creías que hacías? Se suponía que estabas segura con Peyton y Lucas y sin más dejaste tu vida, el trabajo y hasta el instituto. ¿Cómo crees que estuve yo con eso?

Lágrimas calientes saltaron de mis ojos a mis manos mientras me tapaba el rostro. De golpe noté que había empeorado todo dejándolo sin noticias mías y lo mucho que había sufrido en su condición. ¿Qué tan fuerte pudo ser para continuar esforzándose cuando nada lo animaba a seguir? Estaba inválido, sin su madre ni su hermana, sin dejar que lo vieran sus amigos, solo con su padre que estaba metido en una guerra. Sin mí.

-¡Respóndeme ____! - reclamó - ¿Cómo crees que estuve? - negué con la cabeza mientras seguía sollozando. Jason no se iba a apaciguar por ver mi momento de debilidad y siguió apretando el acelerador. Parecía querer llegar cuanto antes a su casa - ¿Sabes lo único por lo que quería volver a caminar lo antes posible? - preguntó. Iba a negar con la cabeza cuando me respondió sin dejarme dar muestras de que lo escuchaba - Tú. Querer encontrarte por mí mismo. Todos te estuvieron buscando sin éxito. Sentía que era yo el que tenía que salir ahí fuera para ponerte a salvo.

Noté el motor del coche apagarse. Para cuando alcé la vista Jason ya estaba a mi lado abriendo la puerta y jalándome fuera. Poniéndome de pie, me arrinconó contra el coche.

-Di algo, maldita sea - espetó desafiándome con hiel en sus ojos mieles.

-L-Lo siento - dije en un murmullo. Jason dio un golpe con su puño en el techo del coche arrinconándome contra su cuerpo y jurando una maldición. Me asusté - Jason ... - siseé. Sus ojos mieles no me soltaban y yo sabía que debía enfrentarlos para que me creyera -. Yo quería estar contigo. No hubo un maldito día que no pensara en ti - mis ojos se aguaron -. Tú no querías que te viera. Te mandé mensajes hasta el día en que me desaparecí y no respondiste ninguno - iba a a interrumpirme pero lo detuve colocando mi mano en su pecho. Dios, que bien sentaba eso -. Sabía que los leías. Quería demostrarte que no me olvidaba de ti sin importar lo que opinaras. Cuando me enteré de lo que Greg te hizo fui a hacerle pagar y luego apareció Drake el día que empezó el instituto y me amenazó si no colaboraba con él y Greg también me quiere matar. Y yo era un estorbo para todos los que me tenían que cuidar. Odiaba eso. No te tenía a mi lado y yo era la niña que nadie quería y con la que tenían que cargar por piedad, otra vez. Como con mis abuelos, como con Greg. ¡Puedo cuidar de mí misma! - protesté -. Odiaba aquella sensación y quería ayudar - más lágrimas picaron en mis ojos -. Aproveché la amenaza de Drake para irme y así no poner en peligro a nadie. Todo este tiempo me he visto una vez por semana con Zayn para darle información de las jugadas que planeaban los Richards - Jason abrió los ojos estupefacto -. Él me contaba como avanzaban las batallas. Tu padre ha podido ir tres pasos por delante de su enemigo gracias a mí y a Zayn - expliqué -. Perdóname por dejarte solo - sollocé -. Tan sólo intentaba ayudar. Si hubiera leído tus mensajes, si te hubiera respondido no habría podido ser fuerte y aguantar todo aquello. Me mantuve con vida. Aprendí a defenderme. No hubo día que no quisiera correr de vuelta a ti. Tenía miedo y no sabía nada de tus progresos. Estaba perdida, Jase - las palabras fluían como un torrente precipitándose y saliendo de su caudal -. Por favor, lo siento. No me odies por no haber estado como tú estuviste cuando yo más te necesitaba.

Over My Shoulders (Después de la secuela "Behind My Steps")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora