Capítulo 38: No podré protegerla más ...

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Han pasado dos días desde que Jason está en la cama. Le habían inducido a un coma del que despertaría en cualquier momento. No me moví de su lado desde que había estado hospitalizado, tan solo había interrumpido mi estancia en su habitación para ir a trabajar. Hubiera querido alegar una enfermedad, pero recién había empezado el trabajo … No iba a ser muy presentable. 

Justin además me animaba a salir para que no estuviera allí encerrada y absorta en la horrible imagen que ofrecía mi novio. Jason tenía menos color del acostumbrado y sus labios estaban agrietados. Por sus brazos y piernas se veían quemaduras de haber rozado contra el asfalto a toda velocidad. En el quirófano le habían tratado heridas internas por roturas de costillas. Jase se veía débil y como si eso fuera contagioso, yo me sentía igual por él.

Tras terminar mi jornada en el trabajo fui directa al hospital en el Porsche de Jason. Subiendo a la segunda planta me dirigí al cuarto a través de los largos pasillos. Cuando abrí la puerta tímidamente vi a Jason durmiendo solo. Por tercera vez en aquellos días, me senté en el horrible sillón a su lado. Cogí su mano queriendo sentir su tacto y tener el más mínimo recuerdo de lo que era estar con mi Jase, pero él estaba tan carente de vida que me fue imposible tener algún recuerdo bueno. Acaricié su dorso y entrelacé nuestros dedos para llevar su mano a mis labios y darle un suave beso.

-Despierta pronto, Jase – le dije.

Cerré los ojos cansada después de haber estado trabajando y no haber tenido unas buenas horas de sueño desde hacía dos noches. Me apoyé en su cama aún sosteniendo su mano. Una lágrima corrió de lado hasta mi sien, no me molesté en retirarla mientras esperaba que el cansancio me enviara a la oscuridad para dormir.

Sentí una mano en mi hombro y me sobresalté abriendo los ojos. Justin me miraba inexpresivo desde su altura. Poco a poco esbozó un atisbo de sonrisa. 

-Deberías ir a casa, ____ – sugirió.

-No tengo a donde ir – dije mirando a Jason. Siempre esperaba a encontrarme sus ojos pero continuamente los encontraba cerrados.

-____ …

-No – corté –. El único lugar donde he podido estar todo este tiempo ha sido con Jason. Si hay un sitio donde me siento en casa, es a su lado, no en un edificio. Aquí estoy mejor que en ningún sitio. Espero que no te importe que me quede hasta que despierte – dije firme.

-Está bien – suspiró –. Gracias por quedarte con él – negué con la cabeza. No hacía eso como un favor – Yo … Tengo que irme. Si despierta llámame, da igual la hora.

Asentí volviendo a inclinarme hacia adelante apoyando los brazos y la cabeza en el borde de la cama de Jason sin dejar de sostener su mano. No había manera de que alguien me sacara de aquí.

* * *

Narra Jason

Sentía mis ojos pesados. Era realmente difícil abrirlos, más cuando lo único que sentía era cansancio y ganas de dormir, pero quería ver que había pasado. Me obligué a mí mismo a abrir mis párpados pasados varios minutos en los que estaba semiconsciente. Notaba que algo en mi cuerpo no iba bien más allá de todas las heridas en mi cuerpo.

Recordé el choque. Como un coche me había envestido desde un lado de la carretera con todo el morro cuando menos me lo esperaba. Estaba seguro de que había sido la misma estratagema que habían trazado con mi madre. Coche robado. Conductor irreconocible a la fuga. Coche quemado a las afueras de la ciudad. Y la policía nunca averiguaba nada de lo que había sucedido.

Al empezar a entreabrir los ojos percibí una leve luz procedente de la esquina en la habitación. Debía estar hospitalizado, obviamente. Miré a ____ sosteniendo mi mano en la postura más incómoda que debía haber para dormir. Ignoré la preocupación por lo que debía sentir o no en mis extremidades, lo que me preocupaba en ese momento era ella. La había dejado tirada en el trabajo. Supuse que alguien fue a recogerla por mí al darse cuenta de lo que había pasado conmigo. No tenía idea de quien había avisado a mi padre, solo recordaba a un hombre de unos cincuenta años que vio el accidente de milagro y enseguida llamó a una ambulancia. Posiblemente le debía la vida a ese hombre … Antes de que llegaran para llevarme a urgencias él se había quedado conmigo pero yo perdí el conocimiento por todo el dolor acumulado antes de que los enfermeros me recogieran.

Over My Shoulders (Después de la secuela "Behind My Steps")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora