Capitulo 30

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-Narra Janelyn-

Estaba sentada en la barra mirando a la nada cuando me fije en la hora, eran las cinco de la tarde. Saque mi móvil y vi que tenía muchas llamadas perdidas de Alyssa y de Christian. 

Diego: ¿Ya te buscan? -se sienta a mi lado y deja dos vasos en la barra-

Janelyn: ¿Qué más da? -dejo el móvil en la barra-

Diego: ¿Has peleado con tus padres? -mira el vaso- 

Janelyn: -le miro- No eres un buen adivino después de todo 

Diego: -me mira- ¿Me he equivocado en algo?

Janelyn: -le miro serio- Yo no tengo padres -miro el otro vaso-

Diego: Oh, lo siento -se bebe de un trago el vaso- 

Janelyn: No pasa nada -susurro- 

Diego: -me mira- ¿Tienes algún sitio dónde ir? 

Janelyn: -miro el vaso- 

Siempre podía volver a casa, pero la verdad, no me apetecía nada. No quería volver y ver como la gente me obliga a pasar página. No es que no quiera, sino que esto ya es parte de mí. Es una cicatriz que perdurara hasta el día de mi muerte, y espero que sea pronto. 

Diego: -me mira- Oye, llevo todo el día contigo, pero nunca me has dicho como te llamas 

Janelyn: -le miro- Janelyn

Diego: -sonríe- Es bonito poder asociarle un nombre a una extraña tan guapa 

Janelyn: -cojo el vaso y me lo tomo de una-

Diego: ¿No te van los cumplidos, eh? -ríe-

Janelyn: Son falsedades

Diego: No tiene por que 

Janelyn: -me encojo de hombros- 

Diego: -me mira- Esta claro que no quieres irte a casa 

Janelyn: -miro a otro lado- 

Diego: Si quieres podemos irnos a mi casa -sonríe- 

Janelyn: -le miro-

Diego: Tranquila, no te haré nada -sonríe- ya lo comprobaste ayer -se acerca a mí- solo quiero ayudarte 

Janelyn: -le miro-

Diego: -se levanta- Tú verás -sonríe- Puedes seguirme o quedarte aquí 

Entonces Diego comenzó a caminar, miré a mi alrededor y todo estaba vacío, bueno salvo los cuerpos que seguían desplomados. Pero el lugar se sentía vacío y siniestro, entonces un sentimiento de miedo comenzó a recorrer mi cuerpo al ver como Diego salía del local. Rápidamente salí de allí y me abracé a su espalda. 

Janelyn: -cierro los ojos- No me dejes 

Diego: -me mira y se gira- Tranquila, no te voy a dejar -me abraza- 

Diego me cogió la mano y caminos por las calles hasta que encontramos su coche, nos subimos y me quedé mirando por la ventana. En todo el viaje solo se escuchaba la radio, y la verdad era la primera vez que no sentía incómoda estando con un extraño y más chico. 

Después de un rato llegamos hasta un edificio, nos metimos en el ascensor y al llegar a la planta nos dirigimos hasta el la puerta del fondo. Diego abrió la puerta dando a ver un enorme apartamento. Y cómo típico chico, el apartamento estaba descolocado. Diego lanzó las llaves a un lado y se sentó en el sofá.

Diego: Siento el desorden, no suelo llevar gente aquí -coge un cigarro y empieza a fumar- 

Janelyn: -miro alrededor- 

Still in love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora