¿Casarme?

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Eran al rededor de las 7:00 en aquel departamento de los padres de Jared, la tensión, las miradas y el silencio incomodo que invadia la sala, su padre sin alguna expresión como siempre y su madre algo ansiosa por saber que le respondería su hijo a lo que ellos le dirían.
Jared solo había visto a sus padres así una vez en su vida lo cual le preocupaba bastante, la primera vez que los vio así fue cuando hizo su primer tatuaje cuando tenía 17 y exactamente fue así.

10 de septiembre de 2007

Maldita sea duele...– Dijo Jared aplastando una pelota anti-estrés.
– Si te estuvieras quieto sería un éxito.– Dijo algo enojado el tatuador.
El sonido de la máquina de tatuajes resonaba en ese pequeño espacio, la piel de Jared le ardía y le dolía por que esa aguja faltaba poco para terminar su tatuaje en el hombro, minutos después el hombre retiro la aguja de su piel pasando un pequeño paño con alcohol sobre ella por última vez, Jared suspiro de alivio al saber que ya había terminado tomo un espejo y vio un perfecto Ying Yang en su hombro.

“Todo lo bueno tiene algo malo, y todo lo malo tiene algo bueno.”

Jared recordó esas palabras que siempre dijo sobre el Ying Yang, el era un punto medio entre lo bueno y lo malo el era rebelde pero también hacía sus buenas acciones nunca le dio tantos problemas a sus papás por que el era bastante callado sabía emborracharse y llegar a las horas altas de la madrugada sin que nadie se diese cuenta, pero era el mejor en sus calificaciónes siempre llevaba la medalla a casa. Tenía sus talentos ocultos como saber mentir a la perfección y hacer un lanzamiento perfecto en el béisbol nada nunca lo detuvo a ser quien es.
– Ahora como le explicaré a mis papás que tengo esto... Na a la mierda ya esta hecho.– Sonrió victorioso.
El tipo del lugar de tatuajes le coloco un plástico para protegerlo mientras le decía como cuidarlo los primeros días iba a ser fácil, en fin salió del lugar y al llegar a casa se encontró a su madre y a su papi ambos en espera de él, su padre sin expresión y su madre algo desesperada y con la ansiedad de saber que hizo su hijo, él entro y la sala estaba en completo silencio ellos solo miraban como la piel de su hijo estaba tatuada hasta que su padre rompió el silencio.
– Jared..– Hablo sin expresión alguna.
– Como pudiste haber hecho eso mancharte tu piel tan hermosa con eso.– su madre enojada al fin habló.
La madre se Jared no soportaba el hecho de que su angelito estuviera tatuado, para ella siempre fue un chico bueno, obediente y su futuro ingeniero, casi se desmaya al saber y bueno su padre al ser militar no dudo en querer echarlo de la casa ya que no tolera este tipo de cosas.
– Te irás de la casa ahora... No tendre a delincuentes con tatuajes aquí.– su expresión seria lo dijo todo.
Cuando su padre mencionó que se fuera Jared se puso tan serio como el y lo enfrentó.
– Entonces ¿debo hacer lo que tu digas siempre? Tome esta desición por mi mismo fue pagado por mí y con mi dinero..– estaba enojado.
– Pudiste haber hecho algo mejor que eso.
– ¡SIEMPRE ME CUESTIONAS! NUNCA ESTÁS DE MI LADO MARION, NO ME CONOCES NO SABES QUIEN SOY, TE ODIO.– Jared golpeó la pared dejando sus nudillos raspados.
– ¡YA BASTA!– su madre interrumpió.

Jared estaba sumido en sus recuerdos hasta que su madre lo hizo volver a la realidad con un chasquido de dedos que hizo para traerlo de vuelta, tomó asiento sin siquiera decir nada la mirada de ambos padres viendo a su hijo de 28 años que llevaba una vida bastante loca para su edad, no se había casado, no había tenido hijos, y todo su dinero se iba en cosas egoístas de su antojo a pesar del gran trabajo que tiene como un gran y reconocido ingeniero parecía un adolescente de 17 años que estaba en último año, y su padre no soportaba más  lanzando su mensaje claro y directo.
– Jared, tienes que casarte tienes 28 años y aún no te conocemos siquiera una novia ¿No crees que ya es tiempo de asentar cabeza?
A Jared no le agradaba la idea de que su padre le dijera que tenía que hacer, y menos contraer matrimonio con una mujer cuándo puede tener a una diferente cada semana o cuando pueda pero como el detesta quedarse callado...
–  ¿Casarme? Papá eres consiente de que odio ser dominado y menos por una mujer que no sea mi madre, a Jared no lo dominan yo las dominó a ellas.– dijo apuntando su dedo a si mismo.
– Cariño podrías intentar conocer a alguien, nunca se sabe– dijo tratando de convencerlo
– Pensé que estarías en terreno neutral mami, pero estás de su lado. – Se cruzó de brazos.
– Jared... Ya estás muy grande para esto deberías pensarlo, bien ya no tienes 17 años .
– ¿Saben qué? Estoy harto de que todos me digan que hacer como si fuera un niño... Se tendrán que tragar el que quiera vivir así hasta que yo quiera, fin del tema.– se levantó de la silla.
Sus padres se quedaron sin respuesta alguna a eso que dijo, era verdad el estaba cansado de que sus padres y amigos criticaran su vida pero en ese instante volvió a sentir lo mismo que la otra vez, su corazón acelerado, que no podía moverse, incluso que le faltaba el aire.
– Madre dónde estás..– dijo sostenido de la pared.
– ¡Jared!– dijo su madre corriendo hacia él.
Sus madre corrió hacia él ya que estaba a punto de caerse, su padre lo tomó por uno de los hombros y lo llevo a su habitación en ese entonces se sentía como sí hubiera olvidado todo lo que le dijo, y lo rescatará de un monstruo como cuando era niño la sensación permanecía ahí esta vez por más tiempo le tomo unos 6 minutos salir de eso, mientras su madre le decía que todo iba a estar bien.
– Lo siento madre... Por aún no ser lo que esperaban.
Ellos aún no podrían creer el hecho de que su hijo no quisiera  casarse.
Todos a esta edad incluso ellos mismos ya hasta tenían hijos pero él, él era diferente y se casará en el momento indicado, en ese momento justo llegaron los hermanos de Jared, Michael y Lian emque eran menores que él.
–¡Hermanito!– Grito Michael
– Teníamos tiempo sin verte.– Dijo Lian.
Esa noche Jared había cenado junto con su familia como en aquellos tiempos.

La PsicólogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora