✵Por ella Otra vez✵[Marichat / Lukanette]

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La joven mujer caminaba con su hija, de pocos días de nacida, en brazos. La casa le quedaba grande, estando solo ella y su pequeña bebé. Suspiró por quinta ocasión en un lapso de tres minutos. Ya le habían aconsejado que deje el estrés a un lado, pues los efectos se veían en la poca leche que producían sus pechos. Al menos debía relajarse por Emma.

Y con aquel pensamiento empezó a buscar en el librero de la oficina que compartía con Adrien algo para distraerse. Recorrió con detenimiento cada libro sintiendo interés por muy pocos, tal vez releer alguno no le vendría mal.

Eligió dos libros del estante para devolverse a la habitación matrimonial, colocó a la bebé para que descanse en el pequeño moisés y se sentó en la mecedora junto.

-Esto no funciona- mencionó rendida cerrando el libro en la tercera página. Decidió estirar las piernas abandonando los libros sobre la mecedora.

Caminó hasta el armario y rebuscó entre las prendas de Adrien. Encontró la sudadera favorita del rubio y en el acto más puro de tortura se lo puso para recordar el aroma de su esposo ausente.

Por alguna razón decidió organizar el desastre que Adrien había dejado en el armario. Empezó a quitar toda la ropa que colgaban de los armadores dejando el agujero medio vacío. Allí encontró casi todo regado e incluso prendas que el rubio había perdido horas buscando en algún momento, ahora estaba a la vista.

Marinette sonrió moviendo la cabeza con toda la paciencia que el joven modelo y héroe requería, pues ella era la única mujer que podría aguantar cualquier niñería de su parte y aún mantener el control.

Siguió hurgando hasta que encontró una caja que le llamó la atención pues nunca antes la había visto.

-¿Y esto? - Pregunto al viento. Le causó intriga ver un libro rosado con motas negras con una peculiar forma. Fue lo primero que sobresalía al abrir la tapa de la caja-. ¿Mi diario? -Tenía intriga ¿Por qué su diario de la adolescencia se encontraba escondido entre esa caja desconocía por ella? ¿Desde cuándo Adrien había robado su diario?

La curiosidad la invadió, ya había encontrado el libro perfecto para releer. Despejó el asiento de la mecedora para ocuparlo ella y empezar a leer el día a día de su adolescencia.

Querido Diario, anoche hice algo terrible creo que...

🐞🐞🐞

~Marinette~

...Me acosté con un chico estando ebria. Tikki está enojada conmigo y no tengo cara que darle al huésped en mi habitación. Estoy casi segura que lo hice, aún puedo recordar la sensación de su cabello, el cuerpo varonil y como me tomaba de la cintura y acariciaba. Lo terrible es que fue con alguien con quien no debía hacerlo, él es alguien prohibido, y no era a quien hubiese querido entregar mi virginidad y menos en esas condiciones, fue el error más grande.

- ¡Hija, a desayunaaaar! - la voz de mi padre me indicaba que si seguía escribiendo en mi diario llegaría tarde a clase, así que lo cerré, guardé en el cajón de mi escritorio y salí corriendo -. Te dejaré un pan afuera Chat- mencioné al joven que ni se movía, envuelto en la sabana como un burrito -. Éntralo rápido o mi padre volverá a preguntar por qué encuentra comida en los escalones.

Una vez dicho aquello me miré por última vez al espejo alisando las arrugas de mi blusa antes de escapar ante la incomodidad que representaba compartir espacio con el gato tonto. Caminé con prisa hasta la puerta en el suelo, sin embargo, antes de lograr abrirla, una mano agarró mi muñeca deteniéndome. En definitiva, ese era un buen momento para que la tierra me trague.