✵Por ella Otra vez✵[Marichat / Lukanette]

✵9✵

⸙Marinette⸙

Me encontraba sola en el aula 33, el salón de arte. Yo estaba fuera del horario escolar, pero era en el único lugar donde nadie me buscaría para tirarme tomates podridos por lo realmente mal que entonaba la guitarra.

Intentaba que la guitarra no sonara como si tuviera conmigo a un animal en agonía, pero simplemente tocar un instrumento no era para mí. Luka lo hacía ver tan fácil, pero en realidad era bastante doloroso.

—Creo que empiezas a mejorar, Marinette — Tikki intentaba animarme.

—No es cierto, creo que terminaré invocando a algún demonio si sigo haciendo estos sonidos.

—¡Para nada! — me contradijo sin poder v disimular lo mucho que le daba risa mi comentario.

—Lo dices solo porque me quieres — bajé la guitarra y la puse con cuidado en el piso.

—Te quiero, pero lo digo en serio, has mejorado — definitivamente era solo porque me quería y deseaba alentarme.

Mejor sonreí, podía decir mil veces que no servía para esto, pero Tikki diría mil y una veces que cada vez lo hacía mejor. Me preguntaba en que punto de mi vida dejé de ser optimista y me volví en un cúmulo de pesimismo. Realista, me justificaba.

—Mari... — Tikki llamó mi atención, la miré y estaba concentrada, en una posición de alerta, estábamos solas en esa parte del edificio, pero en la parte del patio había algunos chicos practicando esgrima.

— ¿Alguien viene?

—¡No!, siento una presencia — respondió con toda la seriedad que ese adorable rostro podía expresar.

—Un Akuma— salté de mi puesto quedando en pose defensiva.

—Creo que lo es, pero hay algo distinto que percibo, debemos ir.

—Está bien Tikki, te sigo.

Corrimos fuera del edificio, llegamos a la parte trasera de la escuela, estaba oscuro y desolado. Se sentía un aura de misterio y peligro. ¡Ahg! Necesitaba a mi compañero.

— Creo que deberías transformarte, Marinette — el tono de Tikki era firme y por su expresión corporal la situación no era algo que debía tomarse a la ligera.

—De acuerdo — agregué corriendo detrás de un contenedor de basura, estaba lista para ser Ladybug — transformación.

Caminé a lo largo del callejón desolado, mi sentido de alerta se disparaba.

—Sal de donde te encuentras — grité.

Alguien se escondía en algún lugar, era lo más seguro, mi mirada escaneaba posibles salidas por si esto era una emboscada.

Miré a mi izquierda, algo se aproximaba a mis espaldas.

—¡Crash!

Un vidrio rompiéndose hizo estruendo cuando se estrelló contra la pared después de haberlo esquivando cual proyectil directo a mi cabeza. Me di un trampolín para reincorporarme y ponerme en pose de ataque.

—Que buenos reflejos — una mujer estaba frente a mí.

—Mejores que tu puntería en efecto — alardeé con el mismo retintín con el que ella se dirigió a mí.

—Solo fue para llamar tu atención, en la siguiente no fallaré a propósito.

—¿Bajo qué nombre te controla Hawk Moth? — pregunté yendo directo al grano.