Capítulo 04- Decodificación

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Las desventajas de dormir tarde entre semana, no es que tendrás que levantarte temprano a la mañana siguiente o que no pondrás atención en clase debido a la pesadez de tu cabeza, si no que estarás recordando durante el resto del día el motivo de tu desveló, y el mío fue Daniel Abrahams. Me moví con dificultad por la habitación ya que Araida no puede conservar el sueño si se filtra un solo rayo de luz por la ventana-sí, esa chica es especial- encendí las luces e inmediatamente noté la ausencia de Alida en la habitación, y con estos hechos ya teníamos nuestra obra:

1°acto: Alida no se encuentra en su cama.

2°acto: La puerta del baño está cerrada.

3°acto: Mi vejiga está sufriendo una especie de mutación.

¿Cómo se llamó la obra?

Dos vejigas, una chica caliente y un hoyo... y no, no es una película sexual.

Toqué tres veces la puerta del baño esperando pacientemente que alguien respondiera, pero teniendo en cuenta la falta de ruido, abrí la puerta. La chica no se encontraba ahí y eso fue lo que menos me interesó, procedí a parar la mutación y cambiar mi ropa por un conjunto deportivo.

Desventajas de tomar té antes de dormir.

A unos cuantos pasos de la salida del edificio se encontraba un peculiar chico con un peculiar pijama y pantuflas, para ser exactos un chico con unas pantuflas café del tamaño de un pie humanamente imposible y un conjunto que consta de un pants azul con un gran cuchillo de peluche a su costado y una holgada camiseta verde, posicionado precisamente frente a la maquina dispensadora de dulces.

-Bob Patiño, ¿eres tú?- la pequeña cabeza pelirroja giró, dejando a la vista un rostro con grandes ojeras- escuche por ahí que Bart Simpson está escondido en los vestidores de niñas

-Él es un poco tímido sólo porque he tratado de matarlo tantas veces- Meiner citó tan memorable frase y camine quedando frente a él- tal vez no pueda entrar a los vestidores de chicas, pero si en el edificio de ellas- presionó una combinación y el resorte comenzó a retroceder hasta dejar caer una barra de chocolate- a veces las chicas suelen ser demasiado confiadas y salen de su habitación en pequeños shorts- se inclinó para tomar su barra de chocolate- y si tienes suerte en ropa interior- por más repulsivo y enfermo que sonara su confesión, no puedo negar que mi risa se hizo presente.

-Es la confesión más enferma y repulsiva que he escuchado- admití.

- Bueno- volvió a teclear una combinación tras otra a la vez que introducía los billetes en la ranura- si te fijas bien hay un pequeño hoyo en los vestidores de chicas que te permite ver...- no dude en interrumpirlo.

-Jamás tomare una ducha en otra parte que no sea mi habitación- ahora si estaba realmente sorprendida, ¿acaso es enserio que los chicos hacen eso?

-Deberías ver tu rostro- comenzó a tomar todos los dulces hasta formar una torre de golosinas en sus brazos- si existiera un orificio por el cual se pudiera ver lo más mínimo de los vestidores de chicas, este Internado fuera exclusivo de chicas- comenzó a caminar adentrándose en el pasillo, en dirección a las escaleras.

Un internado exclusivo de chicas y sin hojas de papel, las expulsiones se darían como muestras de diamantes en una joyería.

- ¿A dónde vas?- me quede a sus espaldas esperando su respuesta.

- Jamás dije que lo de las chicas en minishorts o ropa interior fuera mentira- respondió sin darse la vuelta, pero presentía que en su rostro se encontraba una gran sonrisa.

-¿Y eso no requiere de un internado exclusivo de chicas?- sabía que él no me veía, pero aun así me cruce de brazos.

-No- se detuvo antes de girar en el siguiente pasillo- requiere de muchas golosinas.

El Gran AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora