Capítulo 01- Damisela en apuros.

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Cuando me enteré de que me habían aceptado en el Internado Glamarkins de intercambio, comencé a ver fotografías y reseñas, las cuáles todas eran excelentes y describían al internado como un lugar de "profundo conocimiento y expectante clase y educación", pero definitivamente el verlo en fotografías no se compara con estar en sus hermosos y cálidos jardínes. El Instituto Glamarkins esta rodeado de ladrillos color salmón estilo english bond y sobre estos hay vallas de hierro forjado color negro de alrededor de 3 metros de altura, la entrada son dos grandes rejas con dos columnas a los costados que forman un arco en el cual se encuentra una placa dorada que establece "Internado Glamarkins". Al entrar lo primero que visualicé fue un inmenso e impecable jardín con el césped finamente cortado adornado con arboles, arbustos y setos cortados en formas geométricas; todos ellos alrededor del largo camino de gravilla sinuoso y grandes rosales donde predominan las rosas rojas y blancas. En el centro de este se encuentra una impresionante fuente de cinco pisos con detalles de piedra y un ángel en la punta de esta con los alrededores del jardín adornados con dos grandes pérgolas y bancas color blanco. Al bajar los pequeños escalones de piedra seguí el camino de flores azules, naranjas, amarillas y rosas para encontrarme con un pequeño lago cristalino y una fuente digna de un rey donde se aprecian figuras de ángeles y dioses talladas en piedra; sin lugar a dudas un jardín de ensueño. A lo lejos visualicé tres grandes edificios de estilo victoriano con un diseño asimétrico cubiertos de ventanas saledizas. El edificio del centro es el más ostentoso cubierto de impresionantes torres que sobresalen sin patrón alguno, dándole una sensación de castillo. En la parte más alta, perfectamente en el centro, se encuentra un ingente reloj con numeración romana como el de la Torre del Reloj del edificio del Parlamento de Londres, más conocido como "Big Ben". Debajo de este hay un balcón con vista al jardín rodeado por una serie de ventanas saledizas cubiertas con paneles de vidrios de colores y marcos con detalles de madera. Los edificios de los costados conservan el estilo victoriano y son exactamente iguales entre ellos dejando de lado algunos detalles de lo que pareciera ser el edificio principal, cómo el ingente reloj y el gran balcón.

Al terminar de admirar una pequeña parte del internado me dirigí a la recepción del edificio principal para pedir información. La señora que me atendió tenía un estilo muy elegante y conservador, me explicó que en el edificio de la derecha residen los hombres y en el de la izquierda las mujeres, después pidió mi nombre completo y número de registro tecleando toda la información para mandar mi archivo a la impresora, tomo la hoja impresa y la metió dentro de un sobre junto con la llave de mi habitación para después entregármelo. Saliendo del edificio principal abrí el sobre, el cual contenía una hoja con mis horarios y número de habitación en la parte de abajo; habitación 118.

Regrese al taxi para tomar mis pertenencias del maletero y pagué el costo del recorrido para después ir a mi habitación y comenzar a instalarme.

-Gia Leighton- pronuncia mi nombre con una amplia y perfecta sonrisa la única chica que se encuentra en la habitación- tu debes ser la becada.

-Acertaste- sonrío- y ¿tú debes ser?- preguntó averiguando su nombre.

-Araida Revolori- extiende su mando y correspondo a su saludo- es un gusto conocerte al fin.

Araida mantenía un estilo un tanto peculiar respecto a los otras chicas y fuera de los estándares que caracterizan al internado. Por la gran cantidad de ropa esparcida en su cama, en su mayoría oscura, con rasgaduras, estoperoles y estampados un tanto góticos veo que no se trata de un desliz de adolescente, si no de un estilo bien definido y permanente. Su voluminoso cabello morado en conjunto con sus grandes y profundos ojos azules resaltan su pálida piel. A pesar de ser una chica muy delgada, con las facciones más marcadas y la nariz más respingada que haya visto en una mujer, mantiene unas lindas y llamativas curvas que se acentúan más gracias a su pantalón de tallo alto completamente adherido a sus piernas y su corta camiseta que deja a la vista su pequeña y definida cintura; no solo su estilo y rasgos son los que la hacen resaltar, sino también su gran altura y aún más en conjunto con las gruesas suelas de sus botines oscuros que no le ayudan nada a disimular lo alta que es.

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