Él seguía bajando, cuando llego a un terreno plano levantó su mirada indicándome que debía hacer lo mismo, pero me quedé en el borde observándolo; tal vez fueron segundos o minutos el tiempo que escuché mi nombre, pero aún así me mantuve inmóvil. Mi mirada volvió a la parte baja de la pequeña colina al percibir su cuerpo moviéndose de nuevo hacia el lugar en el que yo me encontraba, hasta que solo basto con mirar hacia enfrente para mirar cada parte de su rostro.
- ¿En qué piensas?- Daniel posiciono una de sus manos en mi rostro haciendo pequeños toques con su pulgar y la otra la mantuvo firme en el arco de mi espalda brindándome estabilidad.
- En aquella noche en el círculo, cuando ella te dijo algo al oído, que hizo que cambiaras tu forma de besarla- lo sucedido provoco que comenzará a revivir cada uno de mis días en el internado y en el proceso de la historia mi mente se detuvo en ese momento.
- No fueron sus palabras las que provocaron un efecto en mí- humedeció sus labios y unió su rostro al mío, el arco de su nariz quedo en sentido contrario, su mirada frente a la mía y sus labios unidos por pequeños roces- ella me habló de ti, me aseguró que tú nos observabas y que dentro de ti deseabas cambiar la materia de nuestras clases por algo mas privado- su mano comenzó a bajar hasta llegar a la curva de mis glúteos- la idea me hizo pensar que era a ti a quién besaba y no a ella.
- Siempre me agradó la materia de artes- moví mi lengua por mis labios en un instinto, pero terminé en los suyos.
- Te agradará más la idea de cambiarla-con un movimiento coloco el cabello detrás de mi oreja dejando expuesto el camino de sus labios hasta mi cuello- el resto de materias son más interactivas.
Eran cortos besos húmedos los que él iba dejando a lo largo de mí, siempre llegando a mis labios y cambiando su dirección antes de que éstos hicieran algún roce o contacto. Podía unirme y crear mi propio recorrido, pero antes tenía que dejarle claro que no podríamos llegar a algo más.
-Daniel- susurré su nombre esperando captar toda su atención- no esperes que eso suceda dentro de poco y cuando suceda no te esperes a una chica con la mejor experiencia lista para darte el mejor sexo de tu vida- retome un espacio decente entre ambos y coloque mis manos en los bolsillos traseros de mi pantalón, no me esperaba una respuesta de su parte, pero él empezó a hablar casi unos segundos después de haber terminado.
-Eso no es algo que esperas, Gia- en un movimiento rápido paso ambas manos por su nuca y las dejo caer en el aire- no es algo a lo que le pones fecha como un cumpleaños o una celebración.- retuvo su mirada en mis labios y después recorrió todo mi cuerpo hasta que nuestras miradas se encontraron- es algo que sucede sin ser planeado y se disfruta por la persona con la que se esta y no por lo que sabe hacer o hasta el punto de placer que te hace llegar.
-No todos piensan como tú- no quería llorar, pero mi garganta ardía como si así fuera, sentía que mis ojos ardían y que en cualquier momento mi voz se iría.
-No es mi pensar, es el significado que tiene las cosas- estiró de mi brazo hasta hacer que retirará la mano de mi bolsillo para dejarla a su disposición y entrelazar sus dedos con los míos, acariciando con su pulgar el exterior de mi mano- tu rostro y tu cuerpo son magníficos- retuvo su labio inferior con sus dientes- pero tu forma de ser y tus sentimientos no tienen definición.- con su mano libre imitó el mismo movimiento hasta hacer que ambas manos quedaran unidas- No se trata de que te sientas segura de estar conmigo de una forma distinta por el hecho de que no veo imperfección alguna en ti- mantuvo su mirada en el suelo- se trata de que seas capaz de estar contigo misma- con su dedo índice recorrió el largo de mi brazo hasta llegar a la nuca, trataba de impedir que mis ojos se cerraran por el placentero toce de su piel con la mía- que cuando cada trozo de tela sea retirado de tu piel y deje al descubierto esas partes que te cohibían; te sientas segura, lo suficiente como para estar con cualquier persona de cualquier forma.
Me afectan cosas que pueden ser consideradas absurdas por otras chicas y que los chicos pueden decir no importarles, ¡pero vamos!, a los chicos no les interesa nada cuando se trata de tener a una chica encima de ellos. No generalizo y asumo que todos sean de esa manera, pero hay de todos tipos. Están aquellos que se centran en lo que los hace sentir esa persona y no en un físico ardiente con una cara angelical, allí esta el error de aquellas chicas cuando dicen "me cambio siendo mejor que ella", piensan que por tener un mejor físico o cumplir con los estereotipos de belleza de la sociedad, serán aclamadas y todo lo que hagan sus ex's será para darles celos o molestarlas. También están los casos en los que los chicos si tienen lo que puede ser considerado como un error en el sistema o cruce de circuitos al elegir la indicada ya que sus estadísticas se basan en sexo y placer.
A estas alturas me molesta ver manchas de sudor en mi ropa, aun cuando tengo claro que es un mecanismo normal del cuerpo para regular la temperatura que tienen absolutamente todas las personas; otro de los problemas estrella de mi lista es mi piel grasa, durante toda mi vida traté de evitar que me tocaran el rostro, ya que pensaba que al sentir la textura de mi piel les daría asco, veía a los chicos sosteniendo la nariz de sus novias, acariciándoles la barbilla con su pulgar o apretando sus mejillas, sin embrago, para mí ese tipo de cosas me eran improbables considerarlas, tomando en cuenta que esas zonas son las que los dermatólogos llaman zona "T" y si tienes la dicha de poseer la famosa piel grasa, entenderás. Si tus brazos son de aquellos que fueron bendecidos con miles y miles de folículos pilosos debes tener claro que ¡JAMÁS!, enserio, ¡JAMÁS!, debes rasurarlos porque cuando estos pequeños vellitos vuelvan a crecer y alguien haga contacto con tus brazos, será como tocar la cabeza de un calvo en el inicio de su tratamiento capilar, bueno, jamás he tocado la cabeza de un calvo en esa situación o en ninguna otra así que supongo que sería igual que tocar la barba de un hombre después de cinco días de haberla rasurado o simplemente cuando no has rasurado tus piernas en un largo tiempo. Así como éstos, hay muchos más problemas que me provocan estrés mental y no dejaran de hacerlo hasta un largo tiempo.
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El Gran Amor
RomancePara ellas todas las consecuencias de sus engaños e infamias estaban haciéndose presentes, parecía que una mentira estaba entrelazada con la otra y a su salida alentaba a el resto a visitar la realidad, hasta que todo se detuvo con la llegada de aqu...