Se debatía internamente en sí debía o no hacer lo que estaba rondando en su cabeza, no perdería nada en intentarlo pero eso no quitaba el hecho de que era en extremo peligroso, no por nada apodaban a su novio “El demonio Kamijou”. El mayor de ambos había decidido tomar una refrescante ducha después de regresar de impartir sus clases en la universidad, y lo que se preguntaba si debía o no hacer eran sus ansias de meterse al baño junto al castaño, sin embargo las posibilidades de que lo sacara a patadas del lugar eran de un 99% -como mínimo-. Así que por eso se encontraba sentado en el sofá de la sala, con un pie dispuesto a saltar de allí y el otro completamente aferrado al suelo.
Miró una última vez el televisor que yacía encendido frente a él -sin que nadie le prestara atención- lo miraba como esperando a que este le diera un empujón o que al menos lo alentará para levantarse de su lugar. Giró su vista a la puerta del baño, si no se apresuraba en decidir, el mayor terminaría de bañarse y perdería su oportunidad.
Y sin poder dar marcha atrás, se puso de pie y caminó hasta el cuarto de baño. Tomó el pomo de la puerta sigilosamente y se adentró de la misma forma, asegurándose de no hacer ruido para sorprender a su pareja. Se deshizo de su ropa, y de la misma forma en la que entró, corrió un poco la cortina, para darle paso a una vista un tanto entretenida. Hiroki se encontraba de espaldas a él, debajo del agua, con los ojos cerrados a causa del jabón que corría por su rostro, este al parecer no se dio cuenta de la presencia del menor, pues no se movió ni se exaltó ni un poco.
Después de unos segundos que se tomó para apreciar la hermosa vista que le ofrecía la espalda del mayor, se adentró en la regadera con paso sigiloso, y sin darle tiempo de reaccionar al profesor, lo abrazó por la espalda, recargando su barbilla en su hombro, sintiendo de inmediato el agua deslizarse por su cuerpo.
- ¡N-nowaki! ¡Idiota! ¿¡Qué crees que haces!? – el castaño gritó de inmediato al sentir los brazos del otro rodearlo de repente, mientras trataba de, inútilmente, zafarse de su agarre.
- Tomando un baño con Hiro-san - el ojiazul estaba preparado para esa reacción, por lo que solo se limitó a contestarle, lo obvio.
- ¡No me refería a eso! – exclamó sin dejar de quitar los brazos del otro de encima.
- ¿Entonces a qué? – eso fue lo último que dijeron…
- … - Hiroki se quedó en silencio, no tuvo nada que replicar contra eso. ¿Para qué lo negaba? Era imposible negarse a las caricias que le propiciaba ese chico menor a él. Adoraba sentirlo cerca suyo.
Nowaki apretó aún más el abrazo al ver que su lucha estaba ganada, y sin querer soltar al contrario, acercó su rostro al mayor, y sin ninguna intención ‘traviesa’, depositó un corto y dulce beso sobre su hombro, muy cerca del cuello.
Para inmediatamente después, entre caricias y reclamos, seguir con su inusual baño…
"Un simple beso en el hombro puede acarrear consigo muchos sentimientos, pero, principalmente y al igual que un beso en la frente, esa persona simplemente quiere tenerte para siempre…"
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¿En dónde estás besando?
Fanfic¿En la frente? ¿En el cuello? ¿En los labios? Cada uno de los besos tienen una distinta razón y un distinto significado... Así que... Dime en dónde te besa, y te diré que es lo que siente por ti... Serie de Drabbles y One Shots de Junjou Romantic...