En la mano

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Era algo muy extraño en él enfermarse de esa forma, muy pocas veces en su vida había terminado tirado en cama a causa de un resfriado o una fiebre. Para su desgracia, ese día, era una de esas veces...

Odiaba tener que dejar de lado sus deberes por un simple resfriado ¡Era el presidente de la compañía! Por dios, no podía darse el lujo de dejar la empresa sin un jefe. Y sí, aunque pareciera una persona inmadura y poco seria, tenía muy presentes sus responsabilidades cuando se trataba de trabajo.

Había tenido que dejar encargada la editorial a Asahina. En la mañana antes de que su pareja se fuera al trabajo se aseguró de dejarle sopa caliente, tés, además de recordarle el horario de cada una de las medicinas que debía tomar; a veces creía que antes de actuar como su pareja actuaba como si fuera su madre, una madre muy sobreprotectora...

Giró su vista hacia el reloj que yacía sobre la mesa de noche, 8:44 p.m, usualmente llegaban a su casa poco antes de que dieran las 9:00 p.m. eso zognificaba que Asahina no tardaba en llegar a su hogar.

Se acomodo de nueva cuenta en la cama, inevitablemente, sus ojos se comenzaban a cerrar. Luchaba por no quedarse dormido, llevaba todo el día apachurrado en esa cama lo unico que quería era estar vivo para cuando Asahina llegara.

Y lo logró.

- Estoy en casa - desde su cama pudo escuchar como la voz del mayor atravesaba la puerta de entrada. Él no se movió, solo abrió los ojos esperando a que Asahina se acercara a su cama.

- Bienvenido... - contestó con las pocas fuerzas que tenía al ver como Asahina se adentraba en la habitación que compartían.

-¿Tomó sus medicinas? - preguntò mientras dejaba su portafolio y colgaba su saco.

- Sí... - desganado contestó al mayor.

- ¿A las 12:00 y a las 6:00? -

- Sí... - Asahina lo miró desde donde estaba, a un lado del ropero, miraba con detenimiento como su indomable jefe se retorcía entre las sábanas, quejándose por su enfermedad. Se acercó a paso lento, sentándose en la  orilla de la cama, posando su mano sobre la frente contraria para asegurar que su fiebre hubiera bajado.

-Me tenía preocupado - comentó pasando su mano por sus cabellos y mejilla, acariciándolo con ternura.

-Es imposible que algo así pueda conmigo - con un tono de fingida superioridad contestó a Asahina, aunque quisiera hacerse el fuerte ambos abían que no era así, a la única persona que dejaría verlo en un estado tan deplorable es sin duda a su querido asistente.

Asahina sólo lo miraba detalladamente, portando su usual cara inexpresiva. Sin pensarlo mucho y ante la mirada avergozada y roja de su jefe, besó el dorso de su mano con delicadeza y cariño.

- Espero se recupere pronto... - murmuro acercándose peligrosamente a su oído, haciendo cosquillas en el cuello del otro al sentir su cálido aliento chacar contra él.

Isaka no rechazó ni se quejó por el contacto brindado. Tal vez porque la enfermedad lo tenía tan rendido que no siquiera para quejarse llegaba, o tal vez, sólo tal vez ese beso en la mano le había parecido de lo más tierno y adoraba, sólo un poco, cuando el otro lo trataba de esa forma.

Al dar un beso en la mano  transmite muchas cosas, admiración y respeto son dos de ellas. Significa que él confia plenamente en ti.


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¿Quién tarda dos años en terminar de escribir un drabble? Sólo yo damas y caballeros. Bueno los que empezaron a leer aqui en wattpad sólo fue una semana, sorry para los que me leían en amor yaoi xD

Creo que fue más porque es la primera vez que escribo de la mistake y cuando pensaba que estaba listo algo no me convencía y me decía que iba a corregirlo después y no lo hacía, y así me la pasé por meses :v

Me disculpo si hubo algun error de cualquier tipo cuando por fin lo terminé no le quise dar una ultima revisada por miedo a no querer publicarlo xD

La siguiente historia será de Kirishima y Yokozawa ♡

¿En dónde estás besando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora