Una semana. Una semana pasó sufriendo con pensamientos estúpidamente inoportunos relacionados a su pareja. No era algo que particularmente le molestara, había veces en las que podían pasar semanas sin tener contactos íntimos, y no se quejaba, estaban muy ocupados con el trabajo como para hacerlo. Pero precisamente esa semana en la que estaba lejos de Asahina, sus estúpidos sueños de adolescente hormonal salían a luz; atormentándolo por no poder correr hacia Asahina para que lo tocara un poco.
Y así se le pasó toda la semana de su viaje pensando en su pareja, distrayéndose más de lo debido en algunos momentos de su trabajo. Y aún a pesar de estar ahora a tan solo unos minutos de verlo de nuevo, no podía sentirse tranquilo, no se calmaría hasta que lo tuviera frente a él.
Normalmente no salía a esos pequeños viajes de negocios sin su secretario, pero en esa ocasión quedaban muchos pendientes y juntas que hacer en la editorial que no podía darse el lujo de dejar todo sin nadie a cargo por una semana, y Asahina siempre había sido el mejor confidente y la mejor persona para tomar decisiones dentro de la empresa, en algunas ocasiones, inclusive más que él mismo.
Pero bueno, regresando al presente en tiempo y espacio, una vez el taxi estuvo frente al edificio de departamentos donde vivían, agradeció al conductor y salió a paso rápido del vehículo, encaminándose hasta donde se encontraba Asahina. Subió por el elevador, impaciente, deseando que las puertas de metal se abrieran de una vez por todas en el piso indicado. Cuando estuvo en su piso, se dirigió apresurado hasta la puerta de su departamento, y sin pensar en nada más que llegar, abrió la puerta del lugar, aventando sus cosas en la entrada en el proceso. Caminó por los pasillos del lugar hasta que dio con su objetivo, que se encontraba haciendo quehaceres en la cocina.
- Bienvenido a casa, Ryouichiro-sama - lo vio por unos segundos, para regresar a su labor de lavar los trastes sucios frente a él - La cena está lista, toma asiento por favor. - ¿Eso era todo? Isaka hizo un rostro de pocos amigos ante la nula atención que estaba poniendo al claro problema que tenía en frente.
- ¡Asahina! - llamó su atención al ver como lo ignoraba prestándole más importancia a unos platos sucios.
- ¿Qué sucede? Tal vez quieras ir directamente a tomar un baño, debes estar cansado - su corazón se estrujo un poco al escuchar las palabras de su pareja, una de las cosas que más amaba de Asahina (y en ocasiones que más odiaba, como esta vez) siempre había sido la atención y los cuidados que tomaba con su persona, pero en esos momentos no necesitaba al Asahina protector y niñero; necesitaba a la otra parte de Asahina.
- Estoy bien, s-solo... - ¿Cómo decirle al tranquilo Asahina que no quería comer su cena en esos momentos? Y que quería otra cosa en cambio.
- ¿Solo? - al escuchar el leve nerviosismo en la voz del otro, dejó de lado por un momento sus quehaceres para voltear a verlo.
- Ven, acércate -
- ¿Qué pasa? - Isaka no dijo nada, solo hizo señas con sus manos para indicarle a Asahina que se acercara a él. El otro obedeció sin decir nada, caminando hasta donde el otro se encontraba de pie viéndolo, una vez que estuvieron frente a frente, el de menor estatura lo tomó por el cuello de su camisa atrayéndolo en un apasionado beso que tomó por sorpresa al secretario pero no lo rechazó, al contrario, lo pegó más a su cuerpo al pasar sus manos por la cintura del otro, abrazándolo con fuerza. Se besaron con fiereza, Isaka pasó sus brazos por detrás del cuello de su secretario, separándose un poco de los labios del otro, simplemente para tomarlos de nueva cuenta con fuerza, involucrando su lengua esta vez, entrelazándola con la de Asahina quien luchaba por seguirle el ritmo al necesitado beso que el otro le proporcionaba. Luego de unos minutos de estarse comiendo la boca mutuamente, se separaron, dejando entre ellos solo un pequeño hilo de saliva que los unía.
- No necesito un baño... - se apegó aún más al cuerpo de Asahina, recargando su cabeza en el hombro del más alto - Te necesito a ti. - susurró aquello lenta y sensualmente sobre el oído del secretario, que al escucharlo lo único que pudo hacer fue aferrarse con fuerza a la cintura de Isaka.
- Espero que no te arrepientas después -
- Vamos al cuarto - y de esa forma, con pasos torpes y robándose besos entre paso y paso, se dirigieron hasta su cuarto.
Un beso francés es una fusión carnal, pues te unes con la otra persona; expresa pasión y deseo.
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Por un momento pensé en alargarlo para hacer aunque fuera un pequeño lemon en este fanfic peero hace años que no escribo hardsillo y creo que debo prepararme mentalmente un poco, sumandole a que nunca he escrito lemon de la Mistake so... Sorry si lxs emocione xd
Disculpen la tardanza, siempre se me pasan las semanas volando y cuando acuerdo ya pasò mas de un mes desde la ultima vez que actualicé u.u
Ahora si ya nada mas quedan dos historias más!
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¿En dónde estás besando?
Fanfic¿En la frente? ¿En el cuello? ¿En los labios? Cada uno de los besos tienen una distinta razón y un distinto significado... Así que... Dime en dónde te besa, y te diré que es lo que siente por ti... Serie de Drabbles y One Shots de Junjou Romantic...