En la mejilla

1.6K 130 4
                                    

Terminaba otro largo día de trabajo en la editorial Marukawa. El sol se estaba ocultaba, y para ese momento una gran parte de los empleados de la empresa ya iba de camino a sus hogares, para dar por finalizado su día laboral.

Y esto, no era la excepción en el departamento de manga shoujo, pues al ser inicio de ciclo, no tenían montañas de trabajo acumulado ni andaban como zombies por el cansancio que se vivía a final de mes; por eso, en punto de las 6 de la tarde, tres de los cinco editores de Emerald ya se encontraban de camino a sus hogares. Y los otros dos, bueno...

El joven editor novato, Onodera Ritsu, estaba pacíficamente recogiendo sus cosas de la oficina para poder retirarse. Se encontraba solo, no había nadie aparte de él en la oficina pues, como habíamos mencionado, la mayoría ya se había ido y la única persona de su departamento que aun se encontraba en la editorial, era su jefe pero, había estado todo el día en juntas por lo que, para su buena 'suerte' no lo había tenido a su lado para molestarlo.

Ya una vez hubo terminado de guardar todas sus pertenencias, tomó su bolso y se puso de pie en dirección al elevador para retirarse de la editorial, dispuesto a llegar a su casa y tumbarse en su cama para despertar hasta el día siguiente. Oprimió el botón del ascensor, esperando a que la cabina llegara hasta su piso. Las puertas se abrieron, y al ver a la persona que se encontraba dentro, prefirió haber tomado el otro elevador, incluso las escaleras hubieran sido mejor a su parecer. Dentro de esa caja de metal, se encontraba nada más y nada menos que su editor en jefe, su vecino y su antiguo amor: Takano Masamune.

El joven castaño se adentró en silencio al elevador limitándose a ofrecer un "Buenas noches" como saludo. El silencio reinó, después de esas primeras palabras no estaba dispuesto a decir nada más, no fue hasta que el mayor de ambos rompió ese silencio (de tan solo unos cuantos segundos pero, unos muy incómodos segundos...)

- Aún tengo que asistir a una última junta y lamentablemente terminaré en un par de horas - mencionó sin mirar al más bajo, y este, al contrario, giró su cabeza para observar al pelinegro.

- ¿Lamentablemente? - preguntó enarcando una ceja, todo el comentario había sido coherente hasta el "lamentablemente", estaba seguro que el mayor no lo había dicho por el hecho de que tendría que quedarse un poco más tarde, después de todo, sabía que estaba acostumbrado.

- Ya es tarde para que aún estés aquí, todos en la oficina se han ido seguramente. Así que, es claro que me estabas esperando para irnos juntos. - comentó con un tono de seguridad, que hizo que Ritsu se sorprendiera de la confianza que le tenía a sus palabras.

- ¿¡De que estas hablando!? Parece que tanta junta te ha hecho daño. Para tu información estaba terminando de organizar unos papeles. - dijo mientras desviaba la mirada, jamás admitiría que tal vez, solo tal vez, tenía la esperanza de que su jefe terminara temprano. - Buen trabajo, nos vem... - las puertas no tardaban en abrirse por lo que se apresuró en despedirse, lo hubiera hecho si no hubiera sido por el hecho de que Masamune lo interrumpió.

- Visto que no se podrá... - ignorando todas las palabras recién dichas por el ojiverde, Takano lo tomó suavemente por un hombro, con mucha delicadeza y de forma fugaz, depositó un tierno beso en una de sus mejillas. Y con las puertas ya abiertas, asegurándose de que no hubiera nadie alrededor, le susurró muy cerca del oído - Espérame despierto, Ritsu...- empujando levemente al castaño para que saliera del ascensor, regresó sobre sus pasos hasta el cuarto piso. Y un muy sonrojado Onodera, sin poder reaccionar y acariciando su mejilla, regresó a su casa con un poco de temor, tal vez incluso un poco de entusiasmo, por lo que podría suceder esa noche...

"Un beso en la mejilla significa muchas cosas; entre ellas apoyo, afecto, cariño, respeto y complicidad. A la persona que te da un beso en la mejilla, le gustas mucho; o simplemente, te ama..."


¿En dónde estás besando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora