Gravity of you

Trip

Reiji sonrió mientras observaba, a través de las cámaras de seguridad, la interacción entre Yuya y Yuto, sabía que había algo especial acerca de ellos, no se había imaginado que esa afinidad podía transformarse tan rápidamente en ese sentimiento de afecto, sin embargo, eso solo significaba que las cosas podrían ir más fácilmente a partir de ese momento.

-No puedo creer que permitas esto- dijo Shun de pie detrás suyo, sus brazos estaban cruzados mientras había una mueca de disgusto en sus labios.

Reiji suspiró escribiendo en su computadora las que serían las próximas órdenes para el tratamiento de Yuto a partir de ese momento. Cuando terminó se puso de pie y se acercó al hombre de ojos dorados que siempre permanecía a su lado.

-Haré lo que tenga que hacerse- contestó Reiji antes acercar más al hombre a su cuerpo -ese chico puede ser nuestro mayor aliado-

-O nuestra destrucción- murmuró el halcón sin cambiar su mueca de disgusto.

-No me preocupa él más que sus aliados o Akaba Leo- contestó Reiji antes de darle un suave beso en los labios a Shun.

-Eres demasiado despreocupado- contestó el halcón antes de que otro beso fuera depositado en sus labios, Reiji siempre hacía lo mismo, intentaba hacer que bajara su guardia por medio de besos y dulces palabras, pero eso no iba a funcionar, no esta vez, ya que se trataba de ese maldito general.

¿Cómo podía siquiera empezar a pensar en perdonar a ese traidor? era un Exceed, el más fuerte decían, y, sin embargo, estaba del lado de Akaba Leo quien había azotado sin piedad su dimensión, si no hubiera sido por ese hombre, si Yuto no le hubiera dado la espalda a su gente, entonces su hermanita...

-No pienses en eso- las palabras de Reiji susurradas a milímetros de sus labios llamaron su atención, parecía que el hombre tenía la facilidad para saber cuando su mente volvía a los oscuros días del pasado, a veces lo conocía demasiado bien, no era de extrañarse pues llevaban ya mucho tiempo juntos.

Correspondió el siguiente beso mientras sus brazos se envolvían alrededor del cuello de su compañero, los besos de Reiji siempre eran tan cálidos y dulces, lo hacían olvidar, aunque fuera por un instante, lo que había sucedido hacía tanto tiempo.

-Vamos a descansar- dijo Reiji después de darle un último beso.

Shun asintió tomando la mano de Reiji y dejando que éste lo guiara hacia sus habitaciones, descansar entre los fuertes brazos del hombre siempre le llevaba un poco de paz y le permitía conciliar el sueño.

Mientras se retiraban Reiji pudo ver, a través del rabillo del ojo, como cierto chico de ojos color carmesí terminaba durmiendo junto al joven de ojos grises, esperaba que todo mejorara para ellos a partir de ese momento.

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Yuya abrió los ojos y se sorprendió al ver a Yuto frente a él, sonriéndole suavemente.

-Buenos días Yuya- saludó el joven mientras el chico de los ojos carmesí intentaba procesar lo que estaba pasando.

Él había acudido a ayudar a Yuto con sus pesadillas y ahora estaba acostado con Yuto en la estrecha cama de este. Un momento, ellos... Ellos se habían abrazado y... Y.... Se habían besado.

Yuto no pudo evitar sonreír tiernamente cuando el rostro del chico de ojos carmesí se volvió del mismo tono que su cabello rojo antes de que el chico saliera de la cama, sumamente avergonzado.

-Yuto... Em... Yo... Nosotros- balbuceó sumamente nervioso.

Yuto, por el contrario, se sentó tranquilamente en la cama sin dejar de sonreirle a Yuya -tranquilízate- fue lo único que dijo al final.