Akaba Leo ingresó a la zona de detención, era hora de reunirse con sus muy estimados generales, esperaba que todo ese tiempo en reclusión les hubiera enseñado algo de obediencia, o, por lo menos, que no debían de cometer errores.
-¿Han tenido suficiente?- preguntó al estar frente a las celdas de ambos.
-¡Déjame salir!- gritó Yugo tirado en el suelo y pataleando como si fuera un niño mientras que Yuri se rió, sabía, sin necesidad de verlo, lo que su compañero estaba haciendo.
-Bien, supongo que ha sido suficiente castigo- dijo Leo -me imagino que han tenido suficiente tiempo para pensar en lo que hicieron-
-Si si- contestó Yuri ácidamente -¿quieres sacarnos de una buena vez?- preguntó impaciente.
-Si, supongo que tienen cosas que hacer- contestó Leo sin mover ni un solo dedo para liberarlos.
-Claro, tenemos que ir por Yuto- contestó Yugo sentándose en el suelo y cruzando las piernas -no sabemos qué podría estar haciéndole Reiji-
-Yo no me preocuparía por él- contestó Leo -mi hijo no tiene lo que se necesita para hacer sufrir a alguien, es demasiado indulgente-
Yuri soltó un bufido de burla al escuchar eso, lo decía uno de los seres más crueles que había conocido.
-Aun así- replicó Yugo -tenemos que traerlo con nosotros, su lugar es con nosotros-
-Me pregunto si eso será así- contestó Leo haciendo que un escalofrío recorriera el cuerpo de Yugo.
-¿Qué... quiere decir con eso?- preguntó el chico de los ojos azules casi con miedo.
-Supongo que después se darán cuenta- respondió Akaba Leo haciendo que incluso Yuri frunciera el ceño, no le gustaba como sonaba aquello.
-Bien, los dejaré salir, tienen una única misión que cumplir- prosiguió Leo como si nada -tiene que traerme a Hiragi Yuzu de una vez por todas-
Yugo y Yuri asintieron, eso era fácil, sin embargo, no pudieron evitar sentir que las cosas no iban a ir tan bien como esperaban.
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-No deberías de acercarte a él- Joeri apartó la mirada del apuesto hombre rubio que había estado observando por cerca de 15 minutos y la posó en su compañero de clases, si, compañero, no era un amigo dado que, desde que había ingresado a esa escuela muchos de ellos se habían empeñado en hacer su vida lo más difícil posible, seguro ese chico solo le hablaba por cortesía o algo así.
-¿Porqué?- preguntó Joeri secamente regresando su vista de nuevo al hombre rubio, si no mal recordaba se llamaba Kite.
-Es uno de esos delincuentes ¿sabes? los rumores acerca de él son un tanto... oscuros- contestó el chico.
-¿Oscuros?- repitió Joeri frunciendo el ceño ¿qué oscuro podía haber en el pasado de ese hombre?
-Si, se dice que mató a su padre, pero no lo condenaron porque se deshizo del cuerpo-
Tenía que ser una broma ¿Kite era un asesino? vaya, eso lo volvía más interesante.
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-¿A Joeri le gustan los asesinos?- preguntó Yuya apartando el libro de sí.
Yuto soltó una risa baja -¿tienes un problema con los asesinos?- preguntó levantando una ceja.
Yuya miró esos impresionantes ojos grises del joven recostado en su regazo y apartó la mirada, un tanto sonrojado -n-no deberías decir esas cosas- era un tema un tanto escabroso después de todo.
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Gravity of you
Fiksi PenggemarYuya creía tener una vida normal hasta que un día su pesadilla se vuelve realidad, máquinas destruyen su ciudad, alguien quiere secuestrar a su mejor amiga y Akaba Reiji no es el típico millonario de la ciudad sino que comanda a un escuadrón especia...