Gravity of you

See you again

-¿Estás seguro de todo esto?- preguntó Yugo a su compañero, estaba preocupado dado que estaban por enfrentar a Yuri de nuevo, la última vez eso no había salido muy bien, por no decir que había sido desastroso.

-Estoy bien- respondió Yuto, sabiendo de sobra las razones de la preocupación de su amado de Synchro -no voy a lastimarlo... estoy cansado de lastimar a las personas, solo quiero proteger a los que amo-

Yugo asintió, pero eso no borró la preocupación de su rostro -solo recuerda que nosotros tampoco queremos verte lastimado- agregó, solo porque conocía la naturaleza noble de Yuto, aquella que Yuri tanto detestaba.

Yuto asintió, sin embargo, no estaba dispuesto a prometer nada, sobretodo porque ni él mismo sabía lo que sucedería, pero iba a ser una situación muy complicada, sobretodo con Yuri al cual habían lastimado con su abandono. 

Aferró con fuerza el mango de su guadaña y miró al frente, las máquinas de Akaba Leo se estaban desplegando, un momento después se escuchó la voz del hombre que lo había convertido, a él y a sus amados, en emisarios de la muerte.

-Con que han decidido mostrar sus caras, mis queridos generales traidores- 

-¡Nosotros no hemos venido para unirnos de nuevo a ti!- gritó Yugo de vuelta, sabía que sería escuchado.

-Claro que no, me imagino que han vuelto por esto- después de escuchar esas palabras la gran puerta principal de la fortaleza se abrió y dos figuras conocidas emergieron, uno usando una armadura morada y el otro usando una armadura roja.

-Yuya, Yuri- Yugo sonrió, sus compañeros se veían bien y a salvo, Leo no los había lastimado.

Se apresuró entonces a acercarse a ellos mientras que Yuto lo siguió de cerca, había algo que no cuadraba en toda la situación y Kaito fue el primero en darse cuenta.

-¡Es una trampa!- gritó el hombre rubio, pero era tarde, Yuri desplegó sus semillas venenosas mientras que Yuya lanzó una bola de fuego.

-¡Cuidado!- Yuto se apresuró a tomar a Yugo y apartarlo de la trayectoria de la bola de fuego.

Ambos estaban sorprendidos, pero no tuvieron tiempo de pensarlo cuando Yuya y Yuri se lanzaron al ataque contra ellos.

-Yuri, espera- Yugo esquivó al mencionado -sé que estas enojado por haberte dejado- esquivó un latigazo -pero volví, ambos volvimos por ti- intentó razonar con su amado de ojos rosas.

Yuto lo escuchó mientras esquivaba los ataques de las espadas de Yuya, había mejorado mucho su técnica de combate.

-Yuya- lo llamó, pero, al igual que con Yuri, fue como hablarle a una pared. Definitivamente, había algo extraño con ambos.

La risa de Akaba Leo resonó por el lugar -creo que ambos están encantados de verlos de nuevo-

Yuto gruñó bajo, las palabras del profesor confirmando sus sospechas.

Por su lado, Yugo gritó sin contenerse en lo absoluto -¡liberalos maldito!-

Yuto y Yugo se alejaron de Yuri y Yuya, todo tenía sentido ahora, ellos... Estaban siendo controlados por Leo. Sin embargo, tratándose de Yuri ¿porqué lo había hecho? el general de Fusión siempre había obedecido sus órdenes alegremente, mas importante aún ¿como lo había logrado?

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Yuri entró al laboratorio de Leo, seguido de Yuya que lucía un tanto temeroso, ese lugar le traía malos recuerdos, pero no había estado dispuesto a dejar a su compañero ir solo.

-¿Qué es lo que quieres?- preguntó Yuri, de cierta manera estaba impaciente por encontrarse de nuevo con Yuto y Yugo, sin embargo, tenía que estar ahí por órdenes del profesor ¿qué tan injusto era eso?