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Yuya se secó las lágrimas mientras intentaba aguantar el dolor, había tenido su muy "esperado" encuentro con Akaba Leo, el hombre había sido de lo más frío posible, tratándolo como una especie de rata de laboratorio en lugar de una persona.

Había intentado hablar con el hombre, preguntar por su padre, sin embargo el hombre de fríos ojos azules simplemente lo había amordazado y atado a una mesa de frío metal. Después de eso había empezado con una escaneo de cuerpo general.

Eso había estado bien, había estado asustado pero estaba bien, hasta que el hombre se acercó con una serie de instrumentos quirúrgicos. Ahí había empezado el dolor. Yuya no sabía porque, el hombre había sido una máscara de piedra durante el proceso, ignorando su llanto y gemidos de dolor a través de la mordaza.

Lo había dejado con algunos cortes en sus brazos, y, después, lo había arrojado de nuevo a la celda. Lo primero que hizo entonces fue intentar detener el sangrado con sus propias ropas, pero dolía, estaba tan asustado y dolido en ese momento.

-Parece que te diviertes- no hacía falta levantar la mirada para saber que se trataba de Yuri.

Le dio la espalda y continuó, no iba a darle la satisfacción.

-Definitivamente no eres divertido- dijo Yuri después de unos momentos -como sea, tengo órdenes-

Yuya escuchó entonces como la puerta se abría y se dió la vuelta, sobresaltado, Yuri estaba entrando con esa sonrisa maligna suya al ver su cuerpo temblando por el dolor y el miedo.

-Vamos, no te voy a comer- dijo Yuri, divertido, dando pasos lentos hacia él, muy consciente de que eso aumentaba el nerviosismo del chico de ojos carmesí.

-¿Q-qué es lo que quieres?- preguntó Yuya no pudiendo evitar el tartamudear un poco al principio.

-¿Yo?- repuso Yuri -nada en realidad- se detuvo bastante cerca suyo -ahora, el profesor es otra cosa-

Yuya frunció el ceño ¿qué más podía querer ese cruel hombre? ¿no había sido suficiente lo que le había hecho ya?

-Oh si, eso no fue suficiente- dijo Yuri como si leyera sus pensamientos, cosa que no era necesaria pues era bastante claro lo que pensaba debido a la cara que estaba poniendo -no te preocupes lindo tomate, esto es tan solo el principio-

Yuya se estremeció por la amenaza subyacente, sin embargo miró fijamente a Yuri -no me llames de esa manera- exigió al tiempo que se ponía de pie, esa parecía o haber sido la acción más inteligente pues los ojos del general de fusión brillaron con diversión, rayos, lo que menos había querido había sido seguir su juego.

-¿Por qué no lo haría? luces como un tierno y jugoso tomate- contestó Yuri llevando su mano a la mejilla de Yuya que se estremeció y retrocedió un paso -eso me hace preguntarme si eso es lo que ellos vieron en ti- comentó dando un paso más cerca del chico de ojos carmesí -¿es que usaste algún truco con ellos o simplemente vieron en ti un cuerpo para follar?-

Yuya retrocedió un paso más solo para toparse con la fría pared, maldición, estaba atrapado. Por otro lado, las palabras de Yuri apenas se registraron en su mente ¿hablaba de sexo?

-Me pregunto si fue solamente por tu cuerpo, porque, seamos honestos, nosotros 4 somos muy parecidos- Yuri tomó entonces a Yuya del mentón, examinando su cara -¿debería comprobarlo entonces?-

Las palabras dichas a tan solo unos centímetros de su rostro hicieron que el chico de ojos carmesí se estremeciera.

-Dime Yuya ¿Yuto ya te tomó?- preguntó inclinándose sobre el chico que no alcanzaba a comprender toda la situación ¿de qué estaba hablando el chico de ojos rosas? -¿te gustó? me pregunto si aún podré sentirlo si te tomo, debió de haberte dejado muy dilatado-

Gravity of youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora