Capítulo 10: Pato, pato, ganso.

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Clara:

Junté sus labios con los míos aunque estuviera dormido, aún él con los ojos cerrados me rodó más hacía él con su mano y me siguió el beso brindándole calor a mi boca y saboreando todos los sabores que tenía.

Nos movíamos sincronizadamente, no muy rápido ni muy lentos; simplemente disfrutando el momento. Mi estomago se apretaba y sentía cosquillas muy desagradables, maldición.

Delineé su labio inferior y me separé de él por falta de aire pero no volví a besarlo, él dió una respirada rápida, nuestras respiraciones eran lo único que se escuchaba.

—¿Y eso por qué fue?—preguntó él, agitadamente.

Apuesto a que estás duro, Zacky.

¡Huy, mira cómo te pongo!

—Eras tú él que decía "Oh Clara, bésame".—hice voz masculina y él por primera vez se sonrojó un poco, yo arrugue la nariz sonriendo y no pude evitar el impulso de abrazarlo y darle un beso en la mejilla y sonreír entre divertidamente  y tiernamente,  él  respondió a el abrazo entrelazando sus propias manos alrededor de mi cintura.

—Sí, pero tú me besaste. A parte yo no dije eso.—agachó su cabeza avergonzado haciendo que rozara su barbilla con mi hombro, reí bajito tiernamente, negué con la cabeza y recosté mi cara en su hombro disfrutando de la calidez de sus brazos, él hizo lo mismo.

—Ahora, vamos a bajar.—dijo él, yo asentí separándome de él normalmente, aunque mi mente lo hizo a regañadientes.

Cuando me levanto de la cama voy a ir a bajar las cortinas para que alumbre pero después me acuerdo de que ni siquiera hay cortinas; el día estaba lluvioso, las nubes estaban grises y el cielo estaba cubierto de ellas, las calles de Londres estaban mojadas y caían pequeñas pero seguidas gotas de agua sobre la ventana y sobre la acera de las calles, miré a Zack, terminaría mi ensayo con las fotos que tenía de el museo, ni modo.

Él se encogió de hombros e hizo una mueca de "Qué más da". No tenía mucha hambre así que Zack bajó primero y yo me senté en la cama, me peiné el pelo con mi mano y lo eché hacía atrás para que quedase con estilo, saqué mis cuadernos y demás utiles, y empecé con mi trabajo.

‘’Londres…

 Su arquitectura…

Y allí seguía mi reporte lleno de párrafos, y miles de palabras con sentido.

Maldita escuela.

Dios no nos creó para que estudiemos. ¡QUÉ SE JODAN LOS MAESTROS! *AMÉN*, Algún día haré una revolución. See...

Hice la portada del reporte y la vi, estaba muy linda, llena de colores y mi letra a molde muy linda. Guardé todos los útiles, salí del cuarto a paso rápido por el hambre, revoté mis zapatos con las escaleras. SÍ, SEÑORES Y SEÑORAS, ES-CA-LE-RAS. Y un chico se tropieza conmigo haciendo que yo me desestabilizara de mi lugar, él chico hizo lo mismo. Era un chico ojos marrones, flaco, blanco y debía de medir 1,69cm.

-Hola preciosa –Sonrió galanamente, yo quise reír, patético pero cierto.

Lo miré de arriba abajo antipáticamente y salí de allí a paso firme con una sonrisa victoriosa y cuando salí de las escaleras. ¡PAM! Otra vez me golpeo con algo, era una chica, pelo rubio, ojos avellana y estatura de unos 1.67. ¡SÍ TAMBIÉN SOY BUENA EN MATEMÁTICA! O… Midiendo a las personas.

-Lo siento, lo siento, lo siento –Habló tan rápido que apenas le entendía, yo fruncí el ceño con la boca abierta confusa. –Yo no debí tropezar, es que soy muy tonta, lo siento, lo siento. –Y Salió corriendo en dirección a la escalera, ¡¿QUÉ LE PASA HOY AL MUNDO?! , Pensé mientras caminaba despreocupadamente por el hotel en dirección al comedor. Primero un chico, luego una chica, ¿Ahora qué? ¿Un ganso? Los gansos están regados por el mundo. Tal vez me case con un ganso. Un pato, pato ganso. Cuando iba a entrar al comedor, la puerta se abre de golpe haciendo que yo me caía y grito:

¿Estamos en Guerra? [CORRIGIENDO ERRORES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora