Cuando se va me cambio a ropa deportiva y bajo al sótano a entrenar. Vendo mis manos y me pongo los guantes de boxeo. Me planto delante del saco empiezo a golpearlo. Descargando en él todas las sensaciones que tengo escondidas en mi interior.
Puñezato. Patada. Puñetazo. Puñetazo. Patada...
Al terminar me doy una ducha. Me pongo unos vaqueros negros, una camiseta roja con estampado negro y unas botas de tacón medio. Recojo mi pelo en un moño y cuelgo de mis orejas unas argollas plateadas. Colocó una gargantilla negra en mi garganta y me pinto en tonos naturales pero con labial rojo.
Cojo las llaves de la moto y me dirijo al cine donde he quedado con Max, Lucinda y Blake. Estaciono la moto y cuando me bajo un coche aparca junto a mi. Lo reconozco como el coche de Max. De ahí bajan Max y Lucinda. Nos unimos en la entrada del cine mientras esperamos a Blake.
A los minutos aparece en una moto parecida a la mía, pero lisa y gris. Nos saludamos y entramos al cine.
No se como se llama la película pero se me ha hecho larguísima, y casi no he prestado atención en ella. Mi mente estaba en otro sitio, pensando en alguien mejor dicho, aunque nunca lo admitiría en voz alta. Cuando salimos del cine nos dirigimos a un bar para comer algo.
Blake le pide el número a dos chicas en el camino hacia el bar, lo peor es que se lo dan y esperan ansiosas su llamada. Mujeriego sin remedio. Va todo el camino feliz, pensando en sus nuevas conquistas.
Me asombro cuando veo que Max y Lucinda van de la mano. Lucinda no me ha dicho nada de ellos dos, siquiera sabía que le hustaba.
Cuando entramos al bar un chico joven, algo mayor que nosotros nos atiende y nos da mesa. El sitio es precioso y todavía no está muy lleno así que no se escucha mucho ajetreo. Aunque un dulce olor a comida inunda todo el lugar. Tiene un estilo moderno, todo es muy blanco, gris y negro con algunos detalles violetas, que le da un toque extraño y llamativo.
Los cuatros nos sentamos en una mesa y el mismo camarero trae las cartas para elegir lo que pediremos.
-Chicos, ir pidiendo vosotros, nosotras dos tenemos que ir al baño ¿A qué si Lucí ? -ella asiente extrañada pero se levanta de su sitio y vamos juntas al baño.
Cuando llegamos la bombardeo con preguntas.
-¿Estás saliendo con Max? ¿Por qué no me lo has dicho? ¿Desde cuando?...
-Para para...-me frena en seco, y antes de hablar toma una fuerte bocanada de aire- fue en la fiesta, él me gusta desde hace mucho y en la fiesta me atreví a decírselo... cuando se lo conté-toma otra fuerte respiración antes de continuar- él me dijo que yo también le gustaba, bailamos... y al final nos acabamos besando. Fue maravilloso, Becky. Además ayer quedamos... es un sueño hecho realidad.
-Eso, es fantástico. -es lo único que contesto, tengo que asimilar tanta información- Vale, hacéis buena pareja, pero la próxima vez si me lo dices, ¿vale? ¿Sin secretos? Quiero saber esas cosas, soy tu amiga.
-Sin secretos, está bien. -dice.
Y me sabe un poco mal escucharle decir eso, yo no soy completamente sincera con ella en todos los aspectos, empezando porque no sabe que antes era una mujer lobo y que ahora tengo un mate. Pero me limito a sonreír. No puedo contarle nada, además seguramente no me creería.
Las dos salimos del baño y cuando llegamos a la mesa los chicos ya han pedido. El camarero ya les está sirviendo. Han pedido tres pizzas. Tienen muy buena pinta y los cuatro las devoramos.
Pasamos el rato charlando de cosas triviales, riendo y comiendo. Cuando terminamos nos despedimos y, Max y Lucinda se van. Parece que la cosa va en serio. Nunca los hubiera imaginado juntos, pero si son felices, por mi estupendo.
ESTÁS LEYENDO
Tu mi Alfa, yo tu Luna
WerewolfBecky, una chica que antes era una mujer lobo, y que dejo de serlo cuando mataron a su loba interior, en un suceso del pasado, ahora vive como una simple humana con sus tíos. Es de carácter fuerte y no se calla lo que piensa. No pretende depender de...