CAPÍTULO 24

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Cuando llegamos a la manada Luke y yo salimos de la camioneta. Varias personas nos reciben y sonríen cuando me ve. Yo saludo a todos y sonrío como puedo. Nos dirigimos a nuestra habitación. A mi madre se la llevan a una que no esté ocupada, cerca de la mía. No quiero perderla de vista, es un vampiro en una manada de lobos después de todo. 

Ana cuando me ve me abraza fuerte, y yo sonrío ante eso. 

-Becky, me alegro que estés de vuelta en la manada. -me sonríe - ¿estás bien? ¿quieres algo de comer?

-Yo también me alegro de volver, Ana. ¿Podrías prepararme algo de sopa? No tengo estómago para algo más pesado.

Ella me acaricia el rostro, comprobando que de verdad estoy bien, aunque muy sucia. Asiente y se que se pondrá a ello enseguida. 

Luke y yo recorremos los largos pasillos de la casa entrelazados de las manos. Cuando llegamos a la puerta de nuestra habitación el abre el pomo y me hace pasar primero.

La habitación esta más desordenada que de costumbre y la cama no esta hecha.

-No he dejado que nadie entrara aquí. -me explica en voz baja.

Posa mis manos en mis caderas desde detrás y me gira haciendo que quedemos cara a cara. Él esta serio y sus ojeras son bastante profundas.

-Te imaginaba a ti aquí, no... no podía dejar que nadie entrara, ni siquiera Ana. 

Luke acaricia mi rostro y junta nuestras frentes. Cierra los ojos y yo lo abrazo.

-Ya estoy aquí, Luke. -susurro contra su boca- Te he echado de menos.

Él sonríe levemente.

Une nuestros labios en un beso dulce y cariñoso, muy lento, sintiendo el beso. Escuece un poco, mi abuelo me pego varias bofetadas y tengo el labio roto. Pero no le hago caso al dolor ni a esos recuerdos. Solo me centro en él. El profundiza el beso posando una de sus manos en mi nuca. Yo lo abrazo fuerte. 

Cuando separamos nuestras bocas nos miramos a los ojos, abrazados.

-Debo ducharme. -digo.

Él asiente y se despega de mi.

Entró en el baño, y veo, antes de cerrar la puerta, como se sienta a la orilla de la cama y se pasa una mano por el pelo. 

Cierro la puerta detrás de mi y me dirijo al lavabo. Me miro al espejo.

Tengo mugre por toda la cara, los ojos llorosos y unas profundas ojeras rodean mis ojos. Mi labio esta partido y se que se me va a formar algún moratón. Estoy horrenda, muy sucia, y tengo la mirada vacía. Dejo de mirar mi reflejo y me centro en quitarme la ropa que llevo puesta desde hace dos semanas.

Me meto en la ducha y dejo que el agua caliente me limpie y me relaje. Lavo mi pelo, y restriego jabón por mi piel hasta que me he asegurado de que toda la suciedad acumulada en mi piel en estas dos semanas ha desaparecido completamente. Estoy bastante rato debajo de la ducha.

Cuando estoy lista salgo de la ducha y me enrollo una toalla alrededor del cuerpo. Me vuelvo a mirar al espejo, y ahora la mirada que me devuelve mi propio reflejo es algo mejor. La suciedad ha desaparecido y mi pelo cae mojado, limpio y blanco, rodeándome el rostro. Pero el labio partido y las ojeras siguen ahí.

Salgo del baño y entró en la habitación. Luke no esta. Me pongo unos vaqueros y una camiseta negra.

Me maquillo intentando disimular los golpes que me dio Erick en la cara.

Cuando estoy lista bajo a la cocina donde Luke está preparando algo de espaldas a mi, no hay rastro de Ana. Me acerco sin hacer ruido y lo abrazo por detrás. Él se tensa pero enseguida se relaja. Se vuelve y me rodea con sus brazos. Dejo caer mi cabeza en su pecho.

Tu mi Alfa, yo tu Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora