Capítulo XIII: ¿Otra más?..

7.4K 312 13
                                    

Fiamma:

En la habitación, me estoy vistiendo, Cristina hace como media hora me abofeteó por decirle la verdad y como no le gustó decidió atacarme para así poder sentirse mujer y tener el control de todo, pero hoy le a Giacomo demostré que podía hacer conmigo lo que quiera que haga y sin yo tener que chistar.

Al ponerme las zapatillas, bajo, porque seguro que él está esperándome para desayunar. Llego al comedor y no esta Giacomo está es la ridícula de Cristina, ella gira y me ve con esos ojos de que quiere asesinarme, ella está sentada al lado del asiento donde se sienta Giacomo, yo, en cambio, me voy al otro extremo y me siento.

-Buenos días-. Su voz de zorra es tan perturbadora. No le respondí.- Ya veo que no te enseñaron modales-. Mira sus uñas o mejor dicho sus garras. La ignoro por completo, no me importa ella, yo solo quiero salir de este lugar y marcharme lejos si es posible a otro país.- ¿De verdad crees que tienes una oportunidad con Giacomo?-. Preguntó sarcástica.

-¿Acaso tu si la tienes?-. Estoy relajada que me vale mierda su comentario.

Ella sonrió como si estuviera burlándose de mi y asintió.

-Querida, si después de lo que sucedió esta mañana, él me llevó a la habitación y lo hicimos como nunca-. Al escuchar eso, se me hizo un nudo en la garganta, me calenté de ira.- ¿Qué piensas hacer al respecto?-. Piensa que ha salido victoriosa.

-Nada, porque yo no quiero tener ninguna oportunidad con Giacomo-. Fingí desinterés, pude ver que Cristina está molesta.

-¡Estas enamorada de él!-. Gritó y golpeó la mesa.

Estallé a carcajadas, está celosa y le molesta que yo estoy muy relajada e indiferente. Giacomo se acerca y se sienta en su puesto habitual.

-Fiamma, ve y siéntate conmigo-. Ordenó Giacomo.

-Pero Giacomo, yo estoy sentada aquí-. Cuestionó Cristina.

-No, allí está sentado Cristina y ademas, estoy bien sentada aquí-. Dije.

-¡He dicho que vengas a sentarte!-. Repitió gruñendo.

Obedecí, me levanté y camine hasta el asiento que está sentada Cristina y ella no quería levantarse.

-Giacomo ¿De verdad me estas haciendo esto? O ¿Sencillamente te estas luciendo enfrente de ella?-. Giacomo se está molestando.- Dime ¿Por qué?-. Le pide explicaciones.

-Por favor, Cristina levántate y siéntate al lado de Fiamma-. Cristina no puede creer que Giacomo me elija a mi antes que ella.

-¿Qué? ¿En serio tu estas ordenándome qué me siente al lado de esta ridícula?-. Yo estoy conteniendo las ganas de reírme en la de cara de Cristina.

-Si, te lo estoy ordenando-. Respondió, yo estoy parada esperando que Cristina se mueva, ella no lo hace.- ¡Maldición Cristina! ¡Levántate de una maldita vez!-. Dijo indignado, Cristina se levanta y se va corriendo por las escaleras. Yo me siento, miro a Giacomo.

Las criadas se acercaron, nos dieron la comida, luego se retiraron. Giacomo empieza a comer y me ve.

-Fuiste muy rudo con Cristina-. Dije.

-Es que ella no entiende cuando le estoy ordenando algo-. Bebe un poco de vino.

-Pero, es que ella está enamorada de ti-. Yo como un poco de ensalada.

Giacomo gruñó.- Ella es muy enamoradiza y no quiero que se ilusione mucho-. Sigue comiendo.

-¿Por qué?-. Pregunté.

-Porque dentro de muy poco ella se va a ir-. Me mira fijamente.

-¿Cómo?-. Estoy incrédula.

-Si, como ya te tengo a ti, entonces ella sobra-. Eso me impactó.

-Ok, entonces...¿Las mujeres son para ti objetos? ¿Qué haces y luego te deshaces de ellas?-. Cuestioné.- Entonces ¿Cuando yo no te funcione más te vas a deshacer de mi?-. Quiero oír su respuesta.

-No, no haré eso contigo-. Tengo mi mano reposando en la mesa y él coloca la suya encima de la mi mano, de pronto me da unas ganas de besarlo.

Me levanto, me acerco, me siento encima de él en horcajadas, lo beso, Giacomo me toma fuerte por mi trasero, haciendo que todo mi cuerpo este muy pegado al de él. Él baja un tirante de mi vestido y succiona mi seno, en eso alguien hizo un una carraspeo con la garganta, nos detuvimos rápidamente al escucharlo, subo mi tirante tapando mi seno, giramos y allí está una chica rubia, con cabello soltado y muy bien peinado, maquillada elegantemente, tiene puesto un vestido ajustado a su cuerpo, (que por cierto tiene muy buen cuerpo), con tacones carmesí, piernas esbelta y tonificadas, con un bolso "Gucci", esta mujer se le ve que tiene estilo. Me quito de encima de Giacomo.

-¿Qué haces aquí?-. Le preguntó Giacomo a la chica sin nombre.

-Hola, mi amor-. Ella no le contestó solo lo saludó y de pronto lo besa en la boca, me entra una rabia que quiero matarla a ella y por supuesto a él también. Giacomo la detiene y me mira a mi.- ¿Por qué te detienes?-. Ella lo dice como si tuviera un orgasmo, ella se da cuenta de que él me está viendo.- ¿Te detienes por ella? ¿Quién es ella?-. Le pregunta. Mis ojos se llenan.

-Natasha, por favor contrólate-. Le dijo. ¡Dios! ¿Qué me pasa? ¿Estoy sintiendo celos por Giacomo? Trato de no perder el control.

-No, Giacomo, ¿Por qué ella estaba encima de ti?-. Me señala la tal Natasha. Mis lagrimas salen, mis ojos se ponen rojos al igual que mis mejillas y mi nariz, pero lo que no puedo creer es que estoy llorando por lo que me esta haciendo Giacomo.

-Natasha, detente-. Él me mira y se acerca.- Fiamma, esto no es lo que parece-. Le doy una bofetada, con el impactó de mi mano dar con sus mejilla él del golpe gira su cabeza.

-No sé porque tuve que creer en ti-. Le dije con desprecio.- Ya veo como se siente Cristina, ¡Vete a la mierda Giacomo Diamini!-. Subí las escaleras corriendo, entro a mi habitación, me dejo caer en la cama, llorando, yo de estúpida pensaba que él solamente podía ser para mi, ¡Espere! Yo no debería estar llorando y mucho menos por él, ¿Qué me está pasando? 

Cuando lo encontré con Cristina no me dio celos, pero cuando Cristina dijo lo que me dijo si sentí celos y ahora al ver que también tiene a otra me da mucho más celos, ¿ No será que he llegado al nivel que llegó Cristina? ¿De enamorarse de él? 

No, Fiamma tu no te puedes enamorar de él, porque él no es de tu tipo, además tengo que escapar de este lugar lo antes posible, simplemente no puedo sentir cosas por Giacomo, él no se merece mis lagrimas. No debe importarme lo que él haga, al fin y al cabo muy pronto me iré y más nunca sabre de él.

¿A quién engaño? Yo sé que si siento algo por él, y más me duele porque dijo que quedaría conmigo y yo me ilusioné, lloro y tapo mi cara con la almohada para que no escuchen llorar, bueno esto debe darme un incentivo para seguir mi plan y así alejarme de él y de todo esto.





$Vendida$Donde viven las historias. Descúbrelo ahora