Capítulo II: Giacomo Diamini

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Fiamma:

En casa. Escuchando música con los audífonos puestos. Termine de ducharme hace unos minutos. Acostada en mi habitación. Mis pies apoyados en la cabecera de mi cama. Tengo puesto una camisa abierta por los lados, color cenizas y corta quedando debajo de mis costillas, no tengo sujetador. Un short de leggin muy corto negro. Estoy en ropa de casa, con mi cabello suelto y húmedo, un gancho de pluma plateado en cabello.

Mi celular vibra. Lo tomo y veo, me llego un texto de Louis.

Louis Williams es el hijo de mi jefe, esta enamorado de mi. Desde hace unos mese me confesó lo que siente por mi. Yo también estoy comenzando a sentir algo por él, pero no tengo tiempo para el amor. Leo el texto:

"Hola Fiamma. Quiero verte. Quiero estar contigo, tenerte como mi novia especial. ¿Cuando aceptaras mi invitación para salir? ¿Los dos solos en una cita?"

Sonrió. De verdad este chico esta muy enamorado de mi. Debo de admitir que me gusta Louis. Le contesto:

"Algún día saldremos, solo que en estos momentos no puedo". Se lo envió. Llevo mi dedo pulgar a mi boca y muerdo la uña. Sonriendo mientras muerdo.

 Me llega otro texto de Louis:

"Ya veo, todavía tengo esperanza. ¿Sabes? No me voy a dar por vencido ¿Verdad?". Eso me hizo soltar una sonrisa de oreja a oreja. Le vuelvo a responder el texto:

"Y yo no te estoy pidiendo que te des por vencido". Se lo envié.

De repente, se abre la puerta. Por el rabillo de mi ojo veo que entra mi hermano Fabian. Me quito los audífonos.

-¡Oye!-. Grito.- ¿Qué no sabes tocar?-. Pregunto molesta. Me siento en la cama.

-Si, lo sé, pero no respondiste así que tuve entrar-. Su tono de voz es muy severo.- Levántate-. Ordena.

-¿Qué quieres?-. Él esta loco de pronto aparece así como si nada y viene a ordenarme ¿Qué le pasa?.

-He dicho que te levantes-. Dijo muy dominante.-Mi jefe esta aquí y ha venido a ver a mi familia y con quien vivo-. Fabian solo esta parado enfrente de mi ordenándome cosas.

-No, Fabian ve como estoy. Ni siquiera me he vestido-. Me levanto y le enseño como estoy vestida. Ademas, no me interesa conocer a su jefe.

-Eso no importa, él va a saber que estas en tu casa y tienes ropa de casa-. Esta desesperado y no lo se por que. Tomo un suspiro.

-Fabian, no quiero conocer a tu jefe-. Soy a veces amargada.

-Vamos-. Él tomo mi brazo con fuerza, me lleva a rastras fuera de mi habitación. Al igual me lleva obligada, bajamos por las escaleras.- ¡Suéltame, Fabian!-. Grito con mucha fuerza hasta escuchar un los ecos.

En intento de zafarme de su agarre porque me esta lastimando mi brazo. El intento de zafarme logro, pero me resbale casi llegando al final de las escaleras. Caigo de culo bruscamente contra el piso y mi cabello pasa delante de mi tapando mi rostro por completo. -¡Santa mierda, eso dolió idiota!-. Le grite a mi hermano. Retorciéndome del dolor, un hombre se me acerca. Mis manos están sobando mis piernas. El hombre esta perfectamente vestido de traje con corbata negra. El hombre se inclina y extiende sus manos hacia a mi.

¡Que vergüenza!. Tomo sus manos y él me ayuda a levantarme. Suelto una de sus manos y paso con mi brazo todo mi cabello hacia atrás. Logro ver bien al hombre. Es un hombre se ve que tiene unos treinta y tantos, con su barba empatarse con sus patillas de su cabello, también tiene una perilla. Sus ojos son oscuros al igual que su cabello. Esta perfectamente representable.

$Vendida$Donde viven las historias. Descúbrelo ahora