Capítulo XXII: Bueno, tu lo tienes que complacer a él...

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Fiamma:

-Señor, tiene otra visita-. Le dijo mi hermano a Giacomo.

-¿Quién es?-. Pregunto.

-Es el señor Walter Templeton-. Respondio mi hermano.

-¿"Walter Templeton? ¿El padre de Taylor?-. Cuestiono a Giacomo. Él no dice nada, solo sale de la piscina, Fabian se da la vuelta. Yo salgo de la piscina, Giacomo me entrega mis panties, las tomo y me las pongo, luego me da mi vestido, me lo pongo.- Giacomo ¿Ese es el padre de Taylor?-. Veo que él no quiere decirme.- ¡Giacomo!-. Le grito.

-Si, es el padre de Taylor-. Dijo.

-Lo sabía, eres un maldito idiota, ¿Qué pretendías hacer?-. Estoy muy furiosa.- ¿Tener sexo conmigo y luego irte a hablar con el padre de mi mejor amiga? ¿Eso lo pretendía hacer?-. Sigo cuestionando.

-Fiamma, no quiero tener una discusión y menos ahorita-. Se acerco, toma mi rostro en sus manos.- ¿De acuerdo?-. Él me da un beso en la mejilla, mi rabia es palpable y él está muy relajado, quito sus manos de mi rostro y le doy la espalda.

Giacomo se va, mis ojos se llenan, tratando de controlar las ganas de llorar. Volteo y está ahí parado mi hermano.

-¿Qué quieres?-. Le pregunte con desprecio.

-Un "Hola hermano ¿Cómo estas?" Eso vendría bien-. Dijo serio.

-¿Quieres que te salude como si nada hubiera pasado maldito traidor?-. Dije con muchísima rabia.- Ahora por tu culpa tengo que pasar esto-. Refute.

-Bueno, tu lo tienes que complace a él, para eso él te compró-. Esas palabras se clavaron en mi pecho, Fabian, se supone que es mi hermano, que debe ayudarme y protegerme, Fabian no es mi hermano, un hermano que te quiera de verdad no hace esto, no preferiría a su jefe ante su familia, él prefiere el dinero que yo produzco por cada vez que Giacomo hace y deshace conmigo, eso es lo único que le importa, no le interesa en lo más mínimo que yo salga herida.

-Ya veo, cuanto te importa mi bienestar-. Dije con voz entrecortada.- Vete a la mierda tu y mi mamá-. Le doy la espalda alejándome de él, ¿Cómo un hermano al ver que su hermana está siendo usada como un objeto sexual le dice esas cosas como si no le importara?

Entro a la mansión llorando, caminando tropiezo con un hombre, al ver su rostro, es un hombre con cabello gris, cara limpia y traslucida, vestido de un buen traje.

-Disculpe-. Dice el señor.

-Descuida-. Dije.

-¿Por qué llora?-. Pregunto.

-No, por nada solo es que tengo problemas como la gente normal-. Limpio mi rostro.

-¿Tu vives...?-. Una ráfaga de viento aparta mi cabello, el hombre se sorprende al verme, este es el padre de Taylor, él me conoce-. ¿Fiamma? ¿Qué haces aquí?-. Está sorprendido diría que demasiado sorprendido.

-Hola señor Templeton-. ¡No, mierda! ¡Se va enterar de lo mío con Giacomo!

-Hola Fiamma, ¿Cómo has estado?-. Pregunto.

-Digamos que bien señor-. Respondí.

-¿Qué haces aquí?-. Volvió a preguntar.

-Yo vivo aquí señor-. Él frunce el ceño.

-¿Cómo?-. No lo puede creer.

-Si señor-. Afirme.

-De acuerdo, entonces, ¿Tu eres la cuarta mujer de él?-. Ahora mi ceño se frunce.

-¿Usted sabe de las mujeres de Giacomo?-. Le pregunte.

-Si, por desgracia, lo sé, Giacomo es mi socio, pensaba que tenia nada más tres, pero ahora me dices que tu también-. Él es el padre de Taylor y él sabe que Giacomo tiene otras mujeres y no le dice nada a Taylor.

-¿Y por qué no le dice a Taylor?-. Él da un suspiro.

-Se lo he dicho, pero no me escucha, ella está muy enamorada de él-. Miro sus ojos.

-Así lo estamos todas-. Pensé en voz alta.

-Fiamma, lo siento pero tengo que irme, fue un gusto haberte conocido-. Se despidió, se alejó. Osea que Giacomo, se interesó por Taylor porque ésta es la hija del socio, ella se enamoró de él y su padre no lo acepta porque sabe las aventuras de Giacomo, pero no puede hacer nada. Taylor es la oficial de todas, él no dejará a Taylor, que es una modelo por donde pasa no la dejará por mi, que soy una chica ordinaria, que apenas está abriendo los ojos. 

****************

7:30 pm

Bajando las escaleras, voy a cenar y ahí está Giacomo solo, no están las dos perritas falderas. Me siento en el otro extremo.

-Fiamma, siéntate conmigo-. Ordenó.

-No, ese asiento es para Cristina o Natasha-. Dije.

-No, envié a Cristina y a Natasha para sus casas, así que ven a sentarte a mi lado-. Volvió a ordenarme.

-¿Por qué lo hiciste?-. Pregunte.

-Porque quise quedarme solo contigo-. Se levanto, camino rápido hacia mi, me tomo por el brazo, me puso de pies a la fuerza, sus manos están en mi cintura.- Y así poder hacerte mía toda la noche hasta el amanecer-. Besa mi mejilla, muerde. Lo empujo, pero no funciona, agarre es muy fuerte, besa mi cuello. 

-No.. Gia..-. Sus besos hacen que mi piel se erice, trato de decirle que no pero no puedo.

-Déjate llevar-. Susurró en mi oído. Toma mi senos en sus manos aún teniendo mi camisa puesta.

-No, Giacomo...Por...Favor-. El placer hace que se me haga difícil hablar, reúno fuerza de voluntad.- Giacomo, detente-. Lo empujo y esta vez si funciona.- No lo voy hacer-. Dije furiosa.

-Fiamma, no quiero obligar...-. Sus palabras mueren y se queda viendo mi atuendo. Tengo puesto unos jeans rasgados, con una camisa negra abotonada ancha y unas zapatillas negras.- ¿Dónde conseguiste esa camisa?-. Pregunto.

-Del closet ¿Por qué?-. Veo mi atuendo y luego veo a Giacomo.

-Esa es mi camisa-. Lo dijo con una sonrisa en sus labios.

-No sabía, iré a la habitación para quitármela-. Dí unos pasos y él me detuvo.

-No, quedatela, a ti te luce mejor-. Me hizo un cumplido. Me ruboricé, él vuelve a tomarme por la cintura.- Pero, vamos a la habitación, para yo quitártela y hacerte mía-. Giacomo, me suelta, caminamos agarrados de la mano. Llegamos a la habitación, entramos, nos besamos, corta el beso.- Quiero quitarte esto-. Desgarra la camisa, los botones se salen y caen al suelo, me libero de la camisa.- Ahora quítate de hermoso brassier-. Lo hago, pasó los brazos, tomo los sujetadores y los quito dejando mis senos desnudos. Giacomo desabrocha mis jeans, lo baja junto con mis panties, no los baja completamente sino que bajo un poco para que se viera mi trasero. Giacomo aprieta mi nalga, su otra mano está en mi vientre, echo mi cabeza hacia atrás.- Me encanta tu cuerpo ¿Lo sabías?-. Su boca toma el lóbulo de mi oreja izquierda.

-Si, ya me lo habías dicho-. Dije eufórica. Él se detiene, observa mi boca, me besa. Él saca su mano de mi trasero, con mis pies lanzo las zapatillas lejos, tomo mis jeans en conjunto con mis panties, corto el beso, me inclino y bajo mis jeans y panties, me libero de ellos. Estoy totalmente desnuda. Giacomo acaricia mi espalda desnuda.

-Ahora terminaré lo que hice en la piscina-. Tomó mis brazos, los puso atrás. Me llevó a la mesa, mi pecho, mis senos toda la parte frontal de mi cuerpo está recostado en la mesa. Oigo que Giacomo baja su cremallera y luego siento que me penetra por detrás. Gimo, él tira de mi cabello. Él seguía con sus embestidas, nos detenemos al escuchar que tocaron la puerta.

-¿Giacomo? ¿Cielo?-. Dicen del otro lado de la puerta.- Giacomo, cielo soy yo Taylor-. Él sale de mi y de inmediato nos vemos fijamente sorprendidos. 

¡Mierda! Taylor está al otro lado de la puerta de mi habitación....


$Vendida$Donde viven las historias. Descúbrelo ahora