Capítulo IV: Vendida

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Fiamma:

Ya estoy llegando a mi casa. Estoy destrozada y todo por culpa de ese idiota. Estoy parada enfrente de la puerta. Introduzco la llave, quito el seguro. Giro la perilla y abro. Todo esta oscuro. No veo nada. Tropiezo con algo y me caigo. Me levanto y encienden una lampara. Esta mi hermano y mi mama.

-Hola a los dos-. Saludo.- ¿Por que todo esta oscuro?-. Pregunte.

-Fiamma te tenemos una noticia-. Dijo mi madre.

-Y les tengo una a ustedes-. Tiro mi bolso en el mueble.

-Pero, primero tu comienza-. Mi hermano dice serio.

-Que él imbécil de tu jefe fue a mi trabajo y me hizo pasar un muy mal rato con Louis-. Estoy furiosa con ese hijo de puta.

-Pero, eso no fue lo que nos dijo, Fiamma-. Mi mama esta sorprendida.

-¿Que les dijo ese desgraciado?-. Pregunte enojada.

-Que tu lo besaste y que tu le dijiste que tu gusta de él-. Respondió. Al instante me asombro abro los ojos como platos.

-Eso es mentira, me acoso hasta mi trabajo y ahora me despedirán-. Fruncí el ceño.

-¿Yo te acose?-. Giro y es el bastardo.- ¿Ahora soy un maniático acosador?-. Pregunto.

-Si, si lo eres idiota-. Cruzo mis brazos sobre mi pecho.

-Pero, admítelo que te gusto ese beso-. Se acerco y lo empuje, en vez de que él retrocediera yo fui la que retrocedí.

-No me vengas con esa mierda ahora-. Este piensa que fue genial lo que hizo.

-Pero, creo que te gustara escuchar una noticia que tu familia te tiene que decir-. Se volvió a acerca. Trago saliva. Presiento que algo esta por venir.

-¿Que es lo que me tienen que decir?-. Voltee. 

-Que...-. Mi hermano intento decírmelo.- No, mama díselo tu-. Al parecer es algo malo que Fabian no lo puede contar. Siento la respiración de Giacomo detrás de mi cabeza.

-Fiamma, hija, el señor Diamini te pidió a ti como su mujer-. Lo dijo con una sonrisa en su rostro.

-¡¿Qué?!-. Grite, no puedo creer lo que me esta diciendo mi mama.

-Si, hija, nos hizo una propuesta. Él pagaría cualquier precio por estar contigo. Nosotros accedimos a esa oferta-. ¿Que es esto?.

-¿Que mierda hiciste mama?-. Pregunte, mis ojos comenzaron a llenarse.

-Lo que hice es asegurarte un futuro junto con el señor Diamini-. Respondió la tonta.

-¿"Futuro"? o ¿solo quieres usarme como una prostituta para encontrar dinero fácil?-. Mis lagrimas salen.- ¿Y tu? ¿no piensas hacer nada?-. Empuje a Fabian.- O ¿tu también te beneficiaras por venderme?. Giacomo rodea sus manos por mis cintura.

-Solo vente conmigo-. Enterró su rostro en mi cabello.

-¡No! ¡suéltame, maldito maniático!-. Quite sus manos de mi cintura. Me giro bruscamente.

-Fiamma, no hagas esto difícil-. Lo dice como si me estuviera advirtiendo de algo.

-¡No digas ni una maldita palabra! ¡No te quiero escuchar!-. Grite hasta que me dolía la garganta. Llore con desesperación.- Yo no me voy a ir de aquí contigo-. Señale a Giacomo.

Subí corriendo hasta mi habitación. Entro, tomo una maleta. Me quiero ir de esta estúpida casa y no volver mas nunca. Voy a mi armario y lo abro. No esta mi ropa, ni mi zapatos. Voy hacia la peinadora y no están mis cosas. Lloro, miro hacia abajo. Coloco mis manos en mi cabeza y paso mi cabello hacia atrás. Veo que dejaron mi cofre que me regalo mi padre antes de morir. Me inclino y lo tomo. Lloro mas al recordar a mi papa y pienso en como seria mi vida si él estuviera aquí y vivo. Seria diferente y no me hubiera pasado esta mierda de mi propia familia me hubiese vendido como si yo fuera una mercancía. Adema, me vendieron a un sádico.

$Vendida$Donde viven las historias. Descúbrelo ahora