Capítulo 8.

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Por muy cliché que todo pareciera, era eso lo que pasó: literalmente el patrón fue montando a caballo a buscar al joven campesino.

Cuando llegaron al fundo ya se había hecho de noche, el joven se bajó del Máximus y comenzó a caminar a la cabaña.

-¿Dónde crees que vas? -dijo el patrón al joven campesino.

Rodrigo se detuvo y Hernán lo fue a buscar.

-Aún debes decirme qué pasó -dijo Hernán.

Rodrigo se giró para estar frente a él pero tenía la miraba abajo por la pena que le daba mirar a su patrón a los ojos.

-Mírame -dice Hernán tomando la barbilla de Rodrigo para alzar su vista.

-Por favor... -dice Rodrigo a medias desviando la mirada y tratando de empujar al patrón, pero se dio cuenta de que ya no tenía la energía para eso.

Hernán miró a Rodrigo como si su campesino fuera un niño maltratado.

-Pasa la noche conmigo -la pide Hernán a Rodrigo.

Rodrigo ya no tenía ganas de pelear; de negarse, así que solo asintió con la cabeza.

En silencio ambos fueron caminado a la casa principal y cuando llegaron a la habitación se sentaron ambos en la cama de Hernán.

-Por favor, dime que es lo que pasa -le suplica el patrón al joven.

-No puedo -dice el joven.

-Dime, necesito saber que te atormenta.

El joven campesino mira al patrón. Trata de emitir palabras pero su voz se comienza a romper.

-Te traeré agua con azucar -le dice el patrón.

El patrón comienza a alejarse de la cama.

-Es mi papá -dice de golpe Rodrigo luchando para que no se le caiga de sus ojos las lagrimas.

El patrón se detiene en seco y siente como si sangre se va de sus mejillas haciendo que quede pálido.

-¿Qué? -pregunta sorprendido el patrón girándose para ver a Rodrigo.

-El hombre que estuvo con usted esta tarde era mi papá.

-Él fue quien te dejó esas cicatrices -dice al patrón.

El joven campesino solo asintió.

La rabia se apoderó de la mente de de Hernán.

-Ahora yo le dejaré cicatrices a él -dice tratando de salir de la habitación.

El joven campesino se levanta de la cama y toma el brazo del patrón.

-No...no me deje solo, ya no quiero hablar del tema, pero no me deje solo -dijo el joven campesino.

El patrón le miró y asintió.

-Está bien, me quedaré -dice el patrón.

El joven se quita las botas y se recuesta en la cama. Estaba ya harto de que cada vez que logra sentirse bien en algun lugar aparece alguien que lo arruina.

-Rodrigo, si lo deseas este podría ser tu hogar -dijo Hernán acariciando el cabello del joven.

(La canción en efecto es de una telenovela, pero el significado siento que va perfecto con lo que siente Rodrigo)

Hernán veia al joven campesino dormir y su corazón se quebró al ver como hasta durmiendo se ve que está sufriendo.

"¿Por qué eres tan cerrado?", pensó el patrón tratando de comprender al joven, pero su corazón está con más cerraduras que bóveda de banco.

Hernán sentía que debía ayudar a su campesino y ya sabía como lo haría.

Muy temprano el patrón se reunió con si abogado, Don Mario, quien le ayuda con todos los asuntos financieros.

-Normalmente me imagino de que quieres hablar, pero esta vez no estoy muy seguro -dice el abogado tomando asiento en la oficina del patrón.

-Tengo un asunto que arreglar, más especificamente necesito cortar los negocios con un hombre que dañó a alguien que me importa mucho, pero si trato de hacerlo de forma directa con él encontrará la manera de atarme las manos -explica el patrón.

-Ah, es muy diferente a lo que creí que querías hablar -dijo Don Mario.

-Creiste que quería hablar sobre el testamento de mi mamá. No te preocupes sobre eso, ella dijo que me dejará todo.

Don Mario le miró con algo de escepticismo, pero prefirió no decir nada.

-Cuentame todo -dice Don Mario.

-Necesito cortar todo acceso que el hombre tiene a mi dinero y yo al suyo.

-No es muy dificil, solo debes tranferir el dinero de la cuenta que tienes afiliada a él a tu cuenta personal y el resto puedes hacerlo solo.

-Pero necesito saber que no me atará de manos -dice el patrón molesto.

-Ponga a todos los socios en común que tenga en contra de él, haga que desconfíen de el y se hundirá.

-¿Existe forma de que tome acciones legales? -pregunta el patrón.

-Es la mejor parte, lo que te aconsejo hacer no es una estafa, es un despido, por lo cual tu y esa persona pueden estar tranquilo -dice el abogado.

El patrón asiente con la cabeza y se despiede de Don Mario. Cuando el abogado se va, Rodrigo abre su computador y comienza a hacer la transferencia de si cuenta con la que le paga a Heriberto; el padre de Rodrigo.

-Tus días trabajando conmigo están contados -dijo Hernán pensando en voz alta.

El campesino al despertar sentía dolor de espalda, los movía y sonaban mucho.

-¡Au! -se quejó el joven campesino al hacer un mal movimiento.

Al notar que el patrón no está en la habitación supone que ya es tarde pero son apenas las 8 de la mañana.

En el armario de Hernán encuentra una toalla y se va al baño para darse una ducha.

Al sentir el agua caliente y el vapor comienza a sentirse ahogado y de la nada gira la llave del agua fría.

El campesino sale y se viste, camina a la habitación y ve a Hernán.

-Hola -dice el campesino.

El patrón se le acerca, levanta la camiseta del campesino y toca su abdomen, está frío.

-¿Ya te estás torturando tan temprano? -dice el patrón a modo de broma.

-Solo necesitaba una ducha helada -dice el campesino.

-Está bien. Antes de que vayas a trabajar quiero que vengas conmigo -dice el patrón.

El campesino no entiende.

-¿A dónde? -pregunta Rodrigo.

El campesino y el patrón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora