Capítulo 11.

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*2 meses después*.

El joven campesino comenzó a quedarse en la casa principal junto al patrón. Como Rodrigo no podía hacer trabajos fisicos, Rodrigo se encargaba de ayudar con la preparación de la cosecha.

-Deben dejar la base de tierra a la mitad de la maceta y cuando coloquen las semillas no deben presionar tanto la tierra o sino la semilla no florecerá y morirá -dice Rodrigo a los trabajadores.

-¿Y ya? -dice la voz de una chica que se escuchaba a lo lejos del jardín techado.

Rodrigo comienza a tocar una mesa hasta sentir un tarro de aluminio y sacar un palillo de brocheta.

-Alguien entrégueme una maceta que ya esté lista -pide el joven campesino.

Un temporero toma al campesino del brazo y pone la macera frente de él y le hace tocarla.

-Deben enterrar los palillos en la tierra hasta la mitad de la tierra para que le permitan a la tierra respirar -dice Rodrigo

El temporero toma la maceta y el campesino vuelve a su lugar.

-¿Y eso es todo? No parece muy dificil al ser honesta -dijo una mujer no tan lejos de el campesino.

-Lo complicado no es hacer que la semilla entre en contacto con la tierra. Lo complicado es hacer que germine correctamente y mantener viva la planta mientras el fruto se forma -dice el campesino sin poder evitar sentirse ofendido por lo que dijo la mujer.

Para Rodrigo tantos años siendo jardinero para doña Matilde, le era casi como una ciencia.

Rodrigo piensa en Doña Matilde y se siente triste.

-Hagan exactamente lo mismo con la otras maceta y márquenlas para que cuando el fruto ya esté formado lo cosechemos en el campo -dice y todos hacen caso.

Rodrigo aunque no pudiera ver aún así tomaba las macetas y plantaba las semillas guiándose por el tacto y midiendo el nivel de la tierra con las manos. Tardaba más que los demás pero así hacía algo.

************************************

El joven campesino subió el peldaño de la entrada y el patrón lo guiaba con el brazo.

-Hernán, necesito aprender a usar este bastón y para eso necesito que no me afirmes a cada momento -dice el joven campesino.

Luego del insidente, a Rodrigo le entregaron un bastón y llevaba poco usandolo.

-Solo quiero tener del brazo a mi chico -dice Hernán al oido de Rodrigo.

Rodrigo ríe.

-Aún en un momento tan triste eres capaz de hacerme sonreír -dice Rodrigo.

-Si estás feliz yo estaré feliz.

Rodrigo localizó el pecho de Hernán y lo abrazó.

Cuando entraron al salón donde se llevaba a cabo el velorio de doña Matilde, aparece Gabriel, el amigo de Rodrigo cuando vivía en la casa de doña Matilde.

Tras un mes desde que Rodrigo perdió la vista, la enfermedad que pocos sabian que padecía doña Matilde de agravó y apagó su corazón.

-Sé que estás triste, pero ella logró verte por ultima vez -dice Hernán.

-Pero yo no la pude ver... -dice Rodrigo.

Hernán toma la mano de su chico al momento en que entra el ataud.

El campesino y el patrón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora