Capítulo 12.

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Al llegar el amanecer Rodrigo despertó abrazado aún a Hernán, quien dormía plácidamente como si el colchón fuera de algodón.

Hernán siente como Rodrigo se mueve.

-Buenos días -dice Hernán entre bostezo.

-Hola -dice Rodrigo negándose a abrir los ojos aunque sabía que de todas formas nada lo podría aturdir.

Hernán lo mira y le besa en la frente.

-Yo tambien -dice el patrón.

-¿Qué? -dice el campesino sin entender.

-Anoche antes de dormir dijiste que me amas. Y yo te digo que tambien te amo.

Rodrigo siente como sus mejillas se acaloran.

-Te ves tan tierno cuando te sonrojas -dice el patron acariciando la mejilla de su campesino.

Rodrigo siente un mechón de cabello sobre su ojo y lo aparta.

"Nota mental: apenas recupere la vista, cortarme las chascas", pensó el joven campesino.

-Hoy iré con los chicos a tomar desayuno -dice Rodrigo.

-Está bien -dice Hernán-. Te ayudo a vestirte.

A Rodrigo le gustaba que a pesar de tener una relación Hernán se daban su espacio.

-Está bien, solo porque me gusta que me consientas -dice Rodrigo.

-Tienes 25 años, pero eres como un bebé

Rodrigo le da un suave golpe a Hernán.

-No lo soy -dice el jovem campesino protestante.

-Tu facha se chico melancólico y serio ya no me la creo -dice Hernán acariciando la nuca de Rodrigo.

Rodrigo no había notado que ya no tenía necesidad de ocultarse tras una máscara.

-Te odio -dice Rodrigo rindiéndose.

-Me amas -dice Hernán victorioso.

Rodrigo va con sus amigos y a mitad del camino Isidora lo va a buscar para poder llevarlo.

-Sabes que ya puedo llegar solo -dijo Rodrigo.

-¿Cómo supiste que era yo? -dice Isidora con asombro.

-Ese shampoo olor a chicle de frutas lo reconocería donde fuera -dice el joven campesino.

Isidora toma un mechón de su cabello y lo huele. Queda aún más impactada al saber que Rodrigo tenía razón.

-Brujo -dice Isidora tomando a Rodrigo del brazo.

-Hernán me dijo lo mismo anoche -dice riendo.

-¿Cómo va todo con él? -pregunta Isidora ansiosa.

-Pues bien...sí. Bien

Rodrigo intenta omitir la intimadad que tuvieron.

Llegan a la cabaña y Fabián los saluda.

-¿Que querí comer? -pregunta Fabián.

-Mataría por unos huevos -dice Rodrigo.

-Y yo quiero mermelada. Gracias por preguntar -dice Isidora.

Ambos chicos ríen e Isi se cruza de brazos.

Hernán toma un café en su escritorio, hace el papeleo y registra el inventario de macetas que se sembraron.

-Eres bueno dando ordenes, vaquero -dice el patrón.

El telefono de Hernán comenzó a sonar.

-Hola Mario ¿Cómo estás? -dice Hernán.

El campesino y el patrón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora