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Hermione se puso de pie en el parque al otro lado de la calle del número 12 de Grimmauld Place, preparándose para aparecerse. Antes de que su mente se derrumbara, ella solía tener un hábito de prepararse a sí misma para la batalla centrando sus pensamientos y recolectando su coraje. Era una forma de recordarse a sí misma por lo que estaba luchando. Habían pasado años desde que había marchado a luchar, pero pensó que no podía ser difícil conseguir concentrarse, sobre todo porque se sentía como una absoluta ruina emocional. Las súplicas de Draco hacia ella para no dejarlo, estaban haciendo eco una y otra vez en su corazón como un pinball y ella sintió como si su pecho fuera a derrumbarse por la presión.
Se envolvió en la capa y respiró hondo. La sensación de la capa era tan familiar para ella... tenía el mismo efecto de un viejo suéter o de su manta favorita. Su cuerpo se relajó. Casi podía sentir a Harry y Ron a su lado, apiñándose debajo para mantenerse a cubierto en su camino a una misión u otra, o simplemente para romper alguna regla en la escuela. Eso le trajo una sonrisa a sus labios. Merlín, esos muchachos significaban mucho para ella, aunque ella estuviera furiosa con ellos.
Luego, ella quería recordar por lo que estaba luchando. No era difícil. Harry y Ron. Draco y Lucius. La Orden. La libertad de su mundo.
Anthony, alejado de su vida antes de tiempo.
Sus padres.
Todos los muggles o niños nacidos de muggles que no deberían tener que preocuparse de verse perjudicados por supremacistas sangre pura.
Ella sintió que sus ojos se llenaban de nuevo y sacudió las lágrimas. Ahora no era el momento de llorar. Había gente que necesitaba su ayuda, y ella tenía que calmarse. Sin caer en la estática. Sin dudarlo. Ella tenía un trabajo que hacer, y tenía que mantenerse con vida mientras lo estuviera haciendo.
Está bien Hermione, prepárate. Esto es. Esperar lo peor.
Y entonces ella se fue, dejando sólo sus huellas cubiertas de rocío en el solitario parque. El sol de la mañana continuó ascendiendo en el cielo, ajeno a la batalla que tenía lugar no demasiado lejos de allí.
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Se había dicho que debía esperar lo peor, y ella lo consiguió.
Hermione se apareció tan lejos como pudo de la mansión mientras que aún permanecía en la propiedad. Había estado allí en misiones anteriores, y conocía los mejores lugares para llegar mientras se mantenía oculta. A pesar de su cautela, ella tropezó al momento de aterrizar cuando su pie tropezó con algo en el suelo.
Levantándose de la suciedad, tiró nerviosamente el manto devuelta sobre ella, miró de nuevo a donde había caído.
Ojoloco Moody estaba allí. O por lo menos, su cuerpo lo estaba. Su garganta había sido cortada tan profundamente que se preguntó si su atacante lo había esperado para decapitarlo. La bilis subió por su garganta y la retuvo. Ella había visto lesiones más espantosas, pero había pasado un tiempo. El ojo bueno de Ojoloco estaba cerrado mientras el mágico colgaba en su cuenca, mirando a la nada.
—Oh, Moody —dijo con tristeza haciendo retroceder otra ronda de lágrimas—.Te extrañaremos, viejo amigo.
No sería bueno quedarse aquí. No podía ayudar a Ojoloco, él se había ido, y probablemente ya estaría discutiendo con la gente del otro lado del velo. Ella tenía que seguir adelante.
Afortunadamente, Ojoloco parecía ser la única persona en su punto de aparición. Ella entrecerró los ojos estudiando el terreno. Estaban muy lejos, pero difícilmente podía escucharlos. Unas figuras estaban luchando. Algunas de negro, algunas de rojo, algunas moviéndose demasiado rápido para discernir... algunas humanas y otras eran una bestia. Una batalla en un hermoso día soleado. Caos total en los pintorescos jardines de los Malfoy. Qué extraña yuxtaposición. Aún así, era exactamente como ella se imaginaba que sería. La guerra era una yuxtaposición también, poner una cara llena de valentía cuando tu corazón está gritando. La gente malvada disfrazada de buena, y viceversa. Belleza y destrucción. Amor y muerte.
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ESTÁTICA
FanfictionLa Orden rescató a Draco y Lucius Malfoy después de que Lord Voldemort se volvió en contra de ellos. Todos los refugios están llenos, y Hermione Granger es la única que puede acogerlos. ¿Estará ella de acuerdo luego de haber sufrido una gran crisis...