Capítulo 10

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¡Todo era tan genial! Me sentía libre, por primera vez. Y es que, en Seabrook, es muy complicado.

Me pareció que se me olvidaba algo... ¡demonios! ¡Claro que sí! Bucky me había invitado a cenar y lo dejé plantado.

-¡Chispas!- Grité. Eso debía haberlo dicho en mi mente... ¡gracias, cerebro!

-¿Todo bien?- Preguntó Zed, al oírme.

-¡¡No!! ¡Bucky, cena, restaurante, memoria, ayuda!- No podía estar más alterada.

-¿¡Qué!?- Contestó. -No puedo ayudarte si dices: "Bucky, cena, restaurante, memoria, ayuda"- repitió.

-Intenta decir que se olvidó de una invitación que le hizo mi primo- explicaba Addison.

-¡Eso!- Reaccioné -¿cómo lo supiste?

-Es muy obvio- rió. -¿A qué hora debías verlo?

-Am... ¡a las ocho treinta de la noche!- Dije, bien lo recordé.

-Son las ocho y quince. Puedo llamar un taxi zombie si quieres...- se ofreció mi amigo, pero lo interrumpí.

-¡No! ¡Está bien, gracias! Ustedes disfruten su velada; yo disfrutaré la mía.- Tomé mi bolso -los quiero.

-¿Nos quieres?- Dijo la rubia, incrédula.

-¡No llegarás a pie, Danna!- Habló Zed, ignorando el anterior comentario.

-¡Adiós!- Comencé a correr.

Wow, cielos. Ni el arduo entrenamiento de los animadores podría haberme preparado para esto. Por suerte, ya había cruzado la barrera. No faltaba tanto, pues, ésta no se encontraba tan lejos de la escuela: y el restaurante estaba a un lado de la misma.

Paré un segundo. ¿¡Qué quieren!? ¡Estaba exhausta! Seguí corriendo, y corriendo, hasta que...

-¡Llegué!- Exclamé agitada, abriendo las puertas del local. Los comensales me miraron con desaprobación. -Lo siento... jiji.

Miré la hora: ocho y veintinueve, ¡justo a tiempo! Aproveché que Bucky aún no había llegado y me senté en una mesa (a recuperar el aliento). ¡Vaya! Mi cita es muy impuntual.

De repente, entró él. Estaba más lindo de lo usual. Tenía un traje de color blanco, parecía apenas alisado. Y los ojos... ¡ay, los ojos! Le hice una seña para que me viera y se acercó a mí.

-Hola, Danna Spencer- tomó mi mano y la besó. Casi me desmayo. -¿Esperaste mucho?

-No... no tanto.- JEJEJE.

-Qué bueno.- Dijo mientras tomaba asiento. -Estás muy hermosa. O sea, mucho más que siempre- sonrió. -Pero, no tanto como yo.

-¿Gracias?- Dudé y reí.

-¿Qué te gustaría cenar? El menú es muy variado- lo observaba. -Tú dime: spaghetti sin salsa, spaghetti con salsa, spaghetti con queso, spaghetti...- lo interrumpí.

-¡Son muchos spaghetti!

Silencio.

-Permíteme confesarte algo...- habló más bajo -esto es algo que detesto de Seabrook. Es decir, ¿nunca fuiste a la heladería? Sólo hay gusto a vainilla, vainilla doble y más vainilla.

-Bueno... ¡qué suerte que es mi gusto favorito!- Carcajeó ante mi comentario; sacó una cajita.

-Tengo algo para tí- la abrió, dejando ver un hermoso collar, que tenía una "D" como dije.

-Es hermosa, Bucky. Me encanta, ¡gracias!- Acaricié su mano. Él se levantó de su silla y movió mi cabello. Acto seguido, me colocó el colgante en el cuello con toda la delicadeza del mundo.

Go Seabrook! ||♡Bucky♡|| EN EDICIÓN || Disney ZOMBIESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora