Go Seabrook! ||♡Bucky♡|| EN EDICIÓN || Disney ZOMBIES

Capítulo 21

Iba a estrellarme contra la madera. Era inminente. Cerré los ojos y acepté lo que vendría... pero jamás toqué el suelo.

Los abrí, al sentirme en los brazos de alguien más:

-Te dije en nuestra primera presentación, que si te cayeses estaría para atraparte.- Me dijo Bucky, con una expresión neutral. Ambos deseábamos reconciliarnos, sonreír, pero nuestro orgullo nos lo impidió.

Me ayudó a ponerme de pie rápidamente, y me sostuvo con fuerza, como si supiera lo de mi tobillo. Al mismo tiempo, comenzaron a abuchearnos más. Nadie tuvo los ánimos para continuar la rutina.

Quería desaparecer de allí, tenía mucha vergüenza. Como por arte de magia, se fue la luz, y le agradecí internamente a quien haya causado eso. Bucky me ayudó a caminar hacia un costado del escenario, mientras yo ponía todo mi empeño en no soltar un alarido.

-Caíste muy mal.- Me dijo, acercándome una silla. -¿Duele mucho?

Asentí. La mezcla de emociones me había provocado un nudo en la garganta. Se produjo un incómodo silencio y no podía contener el llanto.

-Perdóname, Danna.- Habló, finalmente. -Creo que te presioné demasiado, no debí dejar que todo recayera sobre tí.

-¡No digas tonterías!- Le dije en un grito ahogado, solamente audible para nosotros. -Esto no tiene nada que ver contigo, yo estaba nerviosa. Controlé mal la fuerza, pisé mal, y el resto del equipo...

Ya no pude hacer nada. Me derrumbé. Cada sentimiento enjaulado se liberó en llanto; no temía mostrar debilidad, porque comprendí que, realmente, no había nada de cobardía en desahogarse. Tomé unos segundos para recobrar el aliento e intentar mirarlo a los ojos -no sé qué me llevó a pensar que el campeonato estaba asegurado conmigo.

-La confianza que ellos tienen en tí.- Comentó sin dudar.

-Tenían.- Corregí, secando una lágrima. -Estoy segura de que ahora deben odiarme.

Los animadores se acercaron a mí, seguidos de Zed, Addison, Bree, Eliza y Bonzo.

-¿Qué te pasó?- Dijo Zed, acariciando mi cabello, bajo la fulminante mirada del antiguo capitán.

El cariño, en vez de fortalecerme, solamente me provocó más malestar. Amplificaba mi autorreproche por arruinar todo. Si han sentido algo así, sabrán de lo que les hablo.

Alcancé a murmurar un "lo lamento".

-Se suponía que debía llevarlos a la cima y que contaban conmigo. Pero los desilusioné; cuidé tanto que creyeran en ustedes, que me descuidé a mí misma.

Lacey tocó mi brazo con precaución -no es tu culpa. Ni de nadie. Fue un mal día y tú tuviste poco menos de dos horas para remontar un equipo deteriorado.

-¡Exacto!- Agregó Addison. -Tú hiciste tu trabajo, y es imposible que lograras remediar la situación sola. Para eso existen los equipos.

-No te condenes.- Dijo Zed -eres brillante, Danna. Y tuviste el valor de hacerte cargo de los Camarones, cuando otra persona hubiese huido.

Le dediqué a cada uno una mirada brillosa, por la humedad de la angustia. Era mi manera de agradecerles. En ese momento, notamos que la pequeña hermanita de Zed, Zoey (¿les dije que tenía una? ¡Es adorable!) se había colado en el escenario con dos divinos pompones.

Estaba cumpliendo su sueño de convertirse en animadora. -¡Vamos, Seabrook! ¡Sí!

De repente, el mismo tonto que me insultó, le gritó a la niña -¡sal del escenario, zombie!

Ella no le dio importancia, y eso me conmovió. Simplemente disfrutaba del momento con inocencia infantil, agitándose con soltura -¡Den batalla, Camarones!- Los abucheos se volvieron más y más potentes. Zoey, continuaba alentando sola: era hermosa.

Entonces tuve que secar mi mejilla, de nuevo, pero esta vez por la emoción que me provocaba verla.

-¿Qué está haciendo?- Preguntó una Bree un tanto preocupada.

-Cambiando las cosas...- Dijo Addison, analizándola. Tenía razón. -¡Animando!

-Y cumpliendo su sueño.- Aporté.

-¡Así no funciona el cambio!- Intervino Eliza. -¡No puedes cambiar las cosas con una persona y un par de pompones!

-Créeme que lo sé.- Le dije. -Acaba de pasarme.

Addie rió. -Tienes razón, ¡se necesitan más de una persona!

Entonces mi mirada se iluminó, y noté algo que estaba rondando el aire; implícito, pero que requería esfuerzo para ser reconocido. -¡Tiene que ser con todos! ¡Cada uno de nosotros!

-...Como si nos vieran como normales.-  Sonrió la zombie.

Zed la corrigió con dulzura. -No lo harán, ¡porque no lo somos!

-¡Y tienen que ver eso!- Continuó la, ahora, de cabellos blancos. -Los zombies presumen sus diferencias, ¡así que salgamos todos a celebrar, igual que los animadores!

Bucky seguía atentamente la conversación, pero sin decir palabra alguna.

-¿Quieren hacerlo?- Preguntó Zed.

Todos asentimos gustosos. Los animadores con más o menos dudas. Pero lo hicieron... a excepción de uno.

-Entonces, ¿es nuestra revolución?- Dijo una Eliza incrédula.

-¡Sí, es nuestra revolución!- Contestó Addie, con seguridad.

Entonces la otra resopló. -Sí, pero ¿tiene que ser animando?

-¡Ay, vamos!- Le dije yo, todavía sentada. A todo esto, ninguno sabía lo que me había ocurrido.

De inmediato, se volvieron a Bucky. La expectativa nos carcomía a todos.

-Bucky...- inició mi amigo -todo puede cambiar.

Silencio.

-Mira, hay muchos cambios, Bucky- siguió Eliza. -Y no nos iremos. Así que, puedes combatirnos y perder, o ser parte de esto.

Posó su vista en mí, que lo observaba esperanzada. Rogaba que dijera que sí.

-No puedo...

Entonces me puse en pie como pude -¡claro que sí! ¡te necesitamos!- Caí. Perdí el equilibrio; dolía muchísimo. Solté un quejido y Addison se apuró en ayudarme a pararme de nuevo.

-¿¡Qué sucedió!?- Exclamó Zed.

-Me golpeé el tobillo en un truco.- Respondí cabizbaja.

-¿Podrás seguir?- Dijo Bree.

Negué, y con infinita tristeza me quité el silbato. -Bucky, por favor. El equipo necesita de tu carisma y talento.- Le extendí el colgante. Volvió a rechazarlo.

-Lo lamento, no.- Se hizo a un lado, desapareciendo tras bambalinas.

Cubrí mi rostro con las manos.

-¿Duele mucho?- Preguntó Tracey.

-Demasiado.

Acomodé un mechón de pelo tras mi oreja, y se me ocurrió una idea genial. -¡Chicos, Zoey!- Grité con emoción.

De inmediato captaron lo que quería decirles.