Capítulo 14

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Amo estar de vuelta con Zed. Amo que seamos amigos otra vez. Odio estar distanciada de Bucky, y odio tener que fingir que no me afecta.

Durante los últimos días, el equipo de fútbol estuvo entrenando duro, puesto que se acerca la final del campeonato. ¡Oh, casi olvido lo "mejor" de la semana!

Luego de que Zed me cantara la canción "Amor de mi vida", tuve que llegar al gimnasio. Porque, si recuerdan, había aceptado ser la capitana de los animadores. Antes de entrar, arreglé mi cabello e ingresé como una diva (era capitana, no me culpen). Grave error.

-¡Y uno, dos, tres!...- Bucky estaba entrenando a los chicos. En cuanto entré, se volteó. Para ser franca, no lucía para nada un llorón, como dijo Tracey. -Vaya, ahora llegas tarde.

-Bucky, agradecería mucho que volvieras a tu lugar. Gracias por reemplazarme mientras no estuve.- Lo empujé con mi cadera, y me posicioné frente al equipo. -Bien, ¿vamos a repasar la coreografía?

Todos comenzaron a reír. Incluído él.

-¿Tienes fiebre?- Dijo entre carcajadas. Yo no entendía nada, pero no dudé en ser irónica también.

-No, cariño. Lo que pasa, es que tus animadores, me han elegido como capitana. Voy a reemplazarte. ¿No es así, chicos?

La respuesta, no fue, en absoluto, lo que esperé. No paraban de burlarse de mí; me sentí traicionada, humillada. Addison, agradezco, permaneció seria. Molesta conmigo, más, al menos, no rió.

-Danna, creo que te confundiste.- Habló Lacey entre carcajadas. -No eres nuestra capitana, al contrario, todos votamos para echarte de los animadores.

-¿Serías tan amable de devolver tus pompones, Dannie?- Dijo Bucky con una sonrisa victoriosa.

No me explico, cómo evite llorar. Simplemente, salí de ahí con la frente en alto.

Luego de esa situación, no volví ni a mirarlos. Solamente hablaba con Zed, que me consoló luego de eso. Sí, de seguro Addison me detesta, porque debe de pensar que intento "conquistar" a su ¿ex? En realidad, no sé si alguna vez fueron algo oficial.

-Danna- me llamó mi brócoli favorito; estábamos en los casilleros. -Se me ocurrió una forma para recuperar a Addie.

Se veía tan entusiasmado. De verdad estaba enamorado. Le dije que prosiguiera y me contara su plan.

-En la final, luego de ganar...

-Hipotéticamente- interrumpí. Él rodó sus ojos.

-Vamos a ganar. En fin; después de eso, voy a subirme a lo más alto de las gradas. Le haré una declaración de amor, de lo que en verdad siento por ella.

Arqueé una ceja, esa idea no era mala, de hecho. Pero se me hizo poco original.

-¿Y ya? ¿Es eso todo? En serio, Zed ¿así crees reconquistarla?

-¿Qué hay de malo en eso?- Espetó molesto. -Va a ser lo que salga de mi corazón.

Estaba en lo correcto, puesto que la única forma de recuperarla, era siendo abierto con sus sentimientos.

-Tienes razón. Pero...- reí posándome detrás de él. Hablé en su oído, mientras tapaba sus ojos; intentando que imaginara mi idea. -Yo prepararía unos reflectores sólo para ustedes: se convertirían en el centro de atención, podrías cantarle algo, también.

Zed apartó mis manos de su vista, y se volteó para quedar frente a mí. -¿En la cancha? Danna, todavía será de día cuando juguemos. O sea, un reflector no es opción. Además, no hay allí.

-¡Ay bueno, cerebrito!- Fingí indignación.

-Oye, eso fue a propósito.- Empecé a reir como una desquiciada. Juro que no me había dado cuenta, de verdad. -Bien, ya está. Fue una idea lamentable, pero me agrada lo de una canción.

Al final, el de cabeza vegetal, decidió hacer eso. El día transcurrió normal (digamos, para ser una escuela con zombies), Bucky no me habla, lo cual agradezco, y aprobé matemáticas. Soy una alumna genial, no se sorprendan.

Me encontraba en mi habitación, leyendo un poco. De repente, llamaron a la puerta. Bajé refunfuñando, y abrí. Era tarde, ¿quién podría ser?

-Hola, Danna.

Lo que faltaba.

-¿¡Addison!? ¿Cómo sabes dónde vivo?

-No interesa. ¿Puedo pasar, por favor?- Pidió. Acepté, aún extrañada.

-¿Qué haces aquí?- Dije, mientras nos sentábamos en el sofá de la sala.

-Necesito que nos llevemos bien. Ya no aguanto más estar con los animadores. Son de lo peor. Pertenecer a ellos, siempre fue mi sueño; pero prefiero renunciar a él, a soportar el castigo que es un entrenamiento.

-Entonces dile a tu primo que quieres irte, no a mí.- Resolví, obvia.

-Sí, pero es más que eso.- Empezó a llorar. -Lamento que nos hayamos llevado tan mal. Creí que eras mala, pero me equivoqué. Terminé siendo igual que la gente de Seabrook, que juzga a las personas solamente por ser diferentes.

-Está bien, Addison. No te lamentes. Yo también estuve mal, así que perdóname.- Sonreí.

-No, no entiendes.- Siguió. -Quiero ser como tú: segura, valiente y decidida. Lo único que me preocupó siempre, fue encajar. Y, ¿para qué? Para ser aprobada por esos monstruos.

-Addie, yo sentí lo mismo.- Posé una mano en su hombro. -Lo lindo, es darte cuenta de las cosas que lo valen, y las que no.

-¿Crees que podamos ser amigas?- Sollozó.

Nos abrazamos. Fue como cuando abrazo a Zed, sincero y cariñoso.

-Zed está enamorado de tí.

-No, Danna. Está enamorado de tí. Lo acepto, de verdad. No es tu culpa, eres hermosa y una gran persona.- Sonaba apenada.

-Él ya me explicó todo. Somos mejores amigos.- Ella abrió su boca y sus ojos, formando tres perfectas "o". -Sí, increíble. Addison, él... yo estoy ayudándolo para que lo quieras de vuelta.

-¿Es en serio?- Preguntó esperanzada.

-No quiero arruinar la sorpresa, pero debes aguantar en el equipo, al menos hasta la final. ¿Sí?

-¡Sí!- Dio un brinco en el sillón. -Nunca dejé de quererlo, al contrario, creí que ustedes se gustaban y me aparté.

-Iugh.- Hice un gesto de vómito. Ella me miró mal. -No, no. Lo quiero mucho; pero salir con un brócoli... eso es otro nivel.

-Eres increíble.- Rió, arronjando un almohadón hacia mí.

-¡Oye!- Grité imitando su acción.

Y seguimos riendo y peleando toda la noche. Nunca pensé, que ella y yo, seríamos amigas.

Addison y Danna: unidas al fin.

Go Seabrook! ||♡Bucky♡|| EN EDICIÓN || Disney ZOMBIESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora