Go Seabrook! ||♡Bucky♡|| EN EDICIÓN || Disney ZOMBIES

Capítulo 9

¿Qué se creyeron? ¡JAJAJA! ¡Vamos, no besé a Zed! Bueno, sí. Pero en la mejilla. Fue un impulso: recuerden que, además de Bucky, no tengo amigos. Esto es nuevo para mí, y estoy tan sorprendida como ustedes.

Inmediatamente después, cubrí mi rostro. -Lo siento- dije ruborizada.

-¡Jaja! Está bien. Creo que es lindo que después de todo lo feo, tengas un buen gesto conmigo.- Me dijo él, y apartó las manos de mi cara. -Danna...

-¿Sí, Zed?- Respondí intrigada.

-¿Te gustaría ser mi amiga?- Su sonrisa era tan sincera; justo como la de un niño. Pura y honesta.

-Ser amiga de un brócoli...- Decía bromeando. Sus ojos se abrieron como platos. Me reí -¡Estoy jugando! ¡Sí, sí quiero!

Ambos estábamos muy felices... ahora me arrepiento de todo lo mala que fui con los zombies. A fin de cuentas... tal vez los humanos seamos los verdaderos monstruos.

Unos minutos más tarde (luego de cubrir de nuevo mi marca de nacimiento), descubrimos que la puerta "a salvo de zombies" no era tan segura. Entonces, decidimos salir de a uno y con un tiempo de diferencia. Sí, somos amigos; pero que nos vean juntos sería raro. No sólo por el "qué dirán" que está comenzando a importarme cada vez menos (de hecho, ¡qué escenita tuve en la cafetería!), sino, por Bucky. No quiero que se moleste, porque no me gustaría alejarme de él. También lo hago por Addison, porque no estoy de acuerdo en que piense otra cosa de Zed y yo (ejem, como ustedes).

Los días pasaron. Mi nuevo amigo se reunía conmigo en secreto. Siempre, en nuestro lugar especial: donde nos conocimos... dos veces. También, celebrábamos los triunfos del equipo de fútbol. Pero me sentía mal por Addison. Mis compañeros animadores hacían de todo para alejarla de Zed. Me arrepiento profundamente de haber sido parte de eso.

Iba caminando hacía mi casillero. Tenía que guardar mis libros de Ciencias; ¡vaya sorpresa al abrirlo! Un hermoso ramo de rosas y una carta estaban dentro. Delicadamente, abrí el sobre, que estaba cerrado a la perfección. Comencé a leer la carta.

Danna:

                Habrás notado que en los entrenamientos, estamos muy distantes. Yo lo odio y supongo que tú también lo odias (es decir, ¿quién querría estar distanciado de mí?). En fin. Aunque me cueste admitirlo, gran parte es mi culpa.
               
                Estuve muy mal al gritarte y decirte esas cosas horribles, y estoy muy arrepentido. Lo lamento, perdóname. Sabes cuánto te quiero. Eres mi mejor amiga.