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El demonio de cabellos azules se encontraba en el comedor terminando de servir el desayuno, a su vez, los gemelos Gleeful llegaron y tomaron sus lugares en aquel comedor.

Will: E-espero y disfruten el d-desayuno. 

Este sonrió y se sentó con los gemelos a desayunar.

Mabel: Will, esto esta delicioso

Habló la gemela alfa con una bonita sonrisa dirigida al demonio.

Dipper: Lo que dijo Mabel, me agrada que hayas mejorado, Will.

Este le sonrio a lo que el demonio se sonrojo y sonrió con nerviosismo.

Will: G-gracias.

Ahí ambos entendieron una cosa que trataban de negar hace semanas se gustaban, demasiado y ninguno quería declararse por temor al rechazo del otro, aunque ¿Quien se resistiria a ese cabello azul? Esos ojos celestes, tan brillantes, hermosos aunque estén llenos de lágrimas, ese cuerpo tan frágil, esa suave voz que volvía loco a aquel castaño.

Dipper: Will, ya no quiero que estés tanto tiempo con Mabel.

Ambos miraron al castaño con ofensa/tristeza

Will: P-pero D-dipper, ella m-me ayuda a no llorar y no estar t-tan t-triste c-como siempre.

Mabel: ¡Exacto! Will me necesita ¡y yo a el! 

Dipper: No, Will, entiende, ella te hace daño, por mas que te ayude a dejar toda esa tristeza, te harás muy dependiente de ella, y no quiero eso, es por tu bien.

De pronto, el demonio recordó la única regla que tenía en esa casa: Obedecer solo a Dipper, como un sirviente.

A lo que este se rindió y bajo la mirada dando un leve asentimiento de cabeza.

Will: C-como quieras, D-dipper

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Stop Crying, WillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora