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Un peliazul corría por unos pasillos totalmente blancos, estaba abrumado de tanto incolor, necesitaba verlo a él.

Abrió una puerta encontrandolo, estaba sentado en un banco acolchonado anotando cosas en una libreta, lo que le encantó fueron esos lentes con un minimo aumento, y esa mirada seria.

-¿D-dipper?

El solo lo miró.

-Dime, Will.

-¿Donde estamos?

-¿A qué te refieres? ¿No lo recuerdas?

El demonio solo negó lentamente con la cabeza.

-Estamos en un centro psiquiatrico, y yo soy tu psicologo.




















El demonio despertó en un profundo llanto, no sabía cuando comenzó a llorar.

Miró a un lado suyo encontrandose a Dipper profundamente dormido abrazandolo de la cintura.

Menos mal que fué solo un mal sueño, todo es normal.

¿Cierto?.




Stop Crying, WillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora