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Alfin Dipper había vuelto, fue la semana mas aburrida que tuvo aquel demonio, junto a Mabel se divertía, pero no era lo mismo.

Will estaba llorando mientras lo abrazaba en la entrada de la mansión.

-Ey, estoy aquí, no llores.

Dipper solo sonreía mientras abrazaba a su novio y le daba leves palmadas en la espalda.

-T-te extrañé, estoy f-feliz, es todo.

Will comenzó a calmar su llanto, mientras Dipper comenzó a repartirle pequeños besos por todo el rostro, logrando sacarle una que otra risita al demonio.

Mabel, como buena cuñada y hermana, les daba su espacio, y escondida grababa toda la escena con los ojos brillantes ¡Eran tan lindamente gays!

-¿Mejor?

Will solo asintió con una sonrisa y se separaron.

-¿Y Mabel?

-P-pues-

Y Mabel salió de su escondite corriendo a abrazar a su gemelo.

-¡Dopper Glifal!

Los tres rieron por el apodo de la castaña.



Stop Crying, WillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora