A ti, hermano,
después de once años.
En ti deposito mi confianza,
y, ¿por qué no?, mi alma,
porque en ti está mi esperanza.
Cuando caigo y siento que no me levanto,
ahí estás tú, siempre,
escuchando mi llanto
y consolando mi mente.
Espero compensar lo que haces por mí,
y quiero que sepas que siempre estoy aquí,
porque sin ti no podría vivir,
y tú nunca me dejarás infeliz.
Risas, carcajadas, hasta llorar
nos reímos de esos
que nos quieren muertos
con descaro sin igual.
Nos entendemos,
nos escuchamos,
hablamos, lloramos,
y al futuro vemos.
Sueños en la madrugada,
gritamos escandalosos nuestras comedias,
pero solo nosotros conocemos nuestras tragedias,
y suspiramos,dolidos, nuestros secretos.
De niña creía en los ángeles de la guarda,
sin saber que a mi lado estaba el mío,
y ahora que nadie lo apaga,
debo seguirte, rebelde bravío.
Te recitaría estos versos cara a cara,
si no supiera que empezaría a llorar.
No te abandonaré jamás.
Te lo prometo yo, tu hermana.
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Laberintos por dentro
PoetrySupongo que de algún modo debo encontrar la salida a estos laberintos que se dibujan en mi interior.