Espejo

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Me devuelve la mirada.
Quince primaveras,
boca callada,
postura recta.

La analizo.

Ojos como dulces oscuros,
bañados en lágrimas discretas,
ocultando palabras bellas,
temiendo momentos duros,
pestañas acariciando sus miedos
y su mundo como el hielo.

Cejas hermanas,
de expresión preocupada.

Labios juntos, rosados,
por la sequía agrietados,
temblando a veces
en un intento débil de hablar,
sin nada que los bese
y nadie nunca lo hará,
parece temer esa boca
que sigue sin voz en esta hora.

Pelo salvaje, alborotado,
como una selva de seda oscura,
con mechones despeinados.

Bajo su cuello
su desnudo cuerpo.
Un astro en su clavícula,
el pecho se mueve respirando,
piel clara a la luz brillando,
forma deforme,
sin nada que adorne
su fealdad externa e interna,
piernas rollizas,
curvas poco bonitas.
Humana, al parecer,
aunque ella misma lo dude esta vez.

Y ella soy yo,
viendo el espejo con dolor.

Pero hay algo que no veo
en este espejo.
¿Qué es lo que vale ella?
¿Será por dentro bella
o no lo será como por fuera?



Laberintos por dentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora