CAPITULO SEIS

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  Ruggero escribio unas cuantas palabras en su portatil y cerro el documento un momento despues. Miro su oficina y luego se levanto y se sirvio un vaso de whisky. Nada mejor que un Jack Daniel's cuando trabajas duro...y cuando su plan de venganza esta a punto de comenzar. Volvio a sentarse en su asiento y sonrio, sonrio malicioso, sonrio por venganza.

En pocos minutos el mismisimo Miguel Sevilla estaria al frente de el con su arrugada mandibula en el suelo y le rogaria que se callara. La simple vision de ver a Sevilla arrodillado rogandole le hacia sentirse tan jodidamente bien.

Alicia, su asistente entro en su oficina y le aviso que tenia alguien esperando a entrar. El movio su cabeza en gesto de que lo dejara entrar y bebio otro trago. Si, ya casi sentia a Miguel rogarle.

Pocos segundos despues, un hombre canoso de unos cincuenta años entro en la habitacion con su traje negro y una corbata roja, bien hecha.

El hombre cerro los ojos y arrugo su boca. Cerro la puerta y Ruggero lo miro por un momento, luego se sento en frente de el y lo estudio con sus ojos, bufo y fruncio el ceño.

-Vamos, ¿dime que mierda quieres? -espeto Miguel, Ruggero arqueo una ceja y meneo la cabeza.

-No has cambiado para nada, Miguel Sigues siendo el mismo infeliz de siempre...solo que mas viejo -se burlo.

Miguel volvio a cerrar sus ojos y tomo aire. Lo exhalo con fuerza y abrio sus ojos.

-¿He viajado desde Houston hasta aca y solo consigues en decirme que estoy arrugado?

-Si y no. -lo miro- Si, estas arrugado, y no, no es lo unico que dire tengo muchas otras que decirte.

-Ruggero, todo lo que quisiste insultarme lo hiciste hace 10 años -le recordo- Dentro de unas horas tengo que hacer un discurso sobre mi candidatura.

-Cierto, eres candidato para ser gobernador de Texas –sonrió malicioso- Esto me encanta cada vez mas...

-¿Que intentas decir?

-Digo que...si llegarás a ganar la candidatura, serías el más infeliz e imbécil gobernador de Texas. ¿Por qué? Todos los estafadores como tú lo son.

La blanca piel de Sevilla se torno completamente pálida. Paso una mano por su corto y escaso cabello blanco y carraspeo.

-Jodido infeliz –espeto.

-¿Yo? –Se burlo- No más de lo que tú has hecho a mí, me engañaste, hiciste que me fuera de tu casa y pasara el resto de mi vida intentando sobrevivir. El único infeliz aquí sigues siendo tú.

-¿Que quieres? Esta cita no es solo para seguir insultandome, lo sé sé que quieres algo. –dijo el temeroso.

-Sabes, hace unos días observe y escuche algunos videos de tu...hermosa hija.

-¿Karol?

-Es la única que tienes, hasta donde sé. –Miguel trago saliva, no le gustaba para donde iba esta reunión.- Estoy impactado al ver como cambio, se volvió una mujer muy sensual y seductora y para ser sincero...me gusta como es ahora –tomo otro trago de su bebida.

-¿A dónde quieres llegar con esto, Pasquarelli? –espeto el hombre canoso.

-Quiero a tu hija, Miguel Sevilla.

-¿Qué?

-Y no exactamente la quiero para hablar con ella –negó con la cabeza- La quiero en mi casa, específicamente en mi cama por treinta noches. –dijo frio y serio las palabras, Miguel quedo paralizado por unos segundos y parpadeo.

-¿Por qué crees que...?

Antes de que Miguel terminara la frase Ruggero se adelanto en contestar.

-Porque puedo arruinar tu candidatura, Manchar tu nombre y hasta hacer que tengas que mudarte de Estados Unidos. Se muchas cosas sobre ti, estafas hechas años anteriores y en el presente. Y tú sabes muy bien que tengo una cantidad de personas en el gobierno junto a mí y no se me resultaría difícil arruinarte la vida... –contesto con una sonrisa. Una sonrisa de malicia y venganza.

Nuevamente aquellas palabras cayeron en Miguel como un balde de agua frio. Abrió su boca unos segundos para hablar e inmediatamente la cerro, Analizó cada una de las palabras de Ruggero y entendió.

-Esta es tu venganza, ¿no? –Le dijo entendiendo todo al fin- Me dijiste que algún día te vengarías de mi y lo estás haciendo.

La sonrisa de Ruggero creció aun más y asintió con la cabeza.

-Muy inteligente de tu parte –aplaudió sarcásticamente y cruzo los dedos sobre el escritorio.

Miguel negó con su cabeza y se levanto de repente, Ruggero imito su movimiento.

-¿Quieres a mi hija a cambio de que no hables? –el volvió a asentir- Eres un desgraciado...Karol no es un trofeo o un objeto al cual pueda cambiar, Ruggero. Es mi hija.

-Lo sé muy bien, Pero tengo que admitir que la idea de tener a tu hija por un tiempo es muy...seductora.

Ruggero rodeo el escritorio y le entrego un sobre. John lo observo, Frunció el ceño.

- Aquí hay un billete de viaje, Tienes hasta el domingo para que Karol este en mi casa. Si el tiempo termina y el domingo Karol no está, es mejor que te vayas despidiendo de toda tu reputación. Tienes exactamente una semana y el tiempo ya esta andando.

Miguel prácticamente arrebato el sobre de las manos de Ruggero y salió furioso de su oficina. Ruggero volvio a su sillón de cuero y sonrio.

¿Quién decía que la venganza era mala? ¿Que era un pecado? Entonces a veces la venganza y el pecado podían ser tan dulces, como la miel....  

Un Mes De Placer (Ruggerol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora