CAPITULO CUATRO

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  París Dulce, hermosa y maravillosa ciudad de París.
Ciudad del amor para amantes y enamorados. Ciudad para aquellos aficionados de la moda y ciudad para adorar todo era simplemente hermoso. Desde su paisaje romántico y armonioso hasta cada mínimo detalle. La noche de París termino de caer y unos últimos aplausos se escucharon desde el escenario y luego con cada paso el sonido se fue alejando poco a poco.

Karol entro en su camerino y recibió felicitaciones y sonrisas de algunas personas al haber terminado su ultimo concierto del año. Cerro la puerta detrás de la ultima persona en salir de su camerino y sonrió al ver a Lionel abrazarle y plantarle un sonoroso beso en una de sus pálida mejillas.

Hizo un mohín y se limpio la mejilla con su palma. Luego suspiro con fuerzas y se saco las sandalias de tacón rojo de sus pies, los lanzo a un lado y después se saco sus pendientes.

Cerro los ojos y volvió a suspirar.

-¿Estuve bien? -pregunto con una pequeña sonrisa en su rostro.

Lio vaciló un momento y Karol pensó que moriría hasta que el cambio su expresión y sonrió.

-Como siempre, estuviste genial. -Se acerco hasta el minibar y cogió una botella de agua, entregandosela- Te felicito, tu carrera esta avanzando cada vez mas y mas.

Karol le sonrió y se dejo cae en el sofá de terciopelo rojo, bebió un trago del agua y miro a su amigo.

-Ahora me toca preguntar. ¿Como estuve con la iluminación?

Ella exhalo todo el aire que retenía sus pulmones e hizo una mueca. Lio frunció el ceño y espero a que comenzara a hablar.

Lionel era el mejor amigo de Karol justo antes de que decidiera obtener una carrera como solista.

Años después cuando firmo su primer contrato le ofreció que trabajara con ella siendo el director de luces en sus espectáculos.

Hasta ahora Karol había sido muy perfeccionista con cada uno de ellos y Lionel intentaba mejorar cada vez mas.

-¿Tan mal lo hice? -volvió a preguntar. Ella esbozo una pequeña sonrisa burlona y negó rápidamente con la cabeza.

-Para nada. Mejoraste, aunque creo que la ultima canción era muy movida para estar utilizando solo luces azules y moradas, Era muy melancolico.

Lio levanto las manos y bufo.

-Me rindo, eres muy perfeccionista querida. -Ella rio y lanzo la botella de agua, ya vacía, hacia el.

-Para nada, solo quiero que al publico le agrade mis espectáculos. Además por solo querer que cada detalle este excelente no significa que lo sea.

-Eso ser perfeccionista mi querida Sevilla.

-Vale, tal vez lo sea...solo un poco -Lionel arqueo una ceja- O..mucho -rio.- Pero no puedo mentir al decir que gracias a ello he avanzado.

El asintió dándole la razón.

-Pero sigo creyendo que necesitas mejorar aun.

-Tambien eres..algo controladora -ella fruncio el ceño.

-Vale, Señor Quejón, yo no me quejo cuanto te vuelves sobreprotector como si fueses mi guardaespaldas.

El rio y saco dos billetes de avión y los movió al frente de su rostro.

-¿Te quedas acá en la bella ciudad de París con el resto del grupo o te vas devuelta a Houston conmigo?

-Veamos...si me quedo acá puedo disfrutar una semana entera de vacaciones en París. O puedo regresar a casa y enfrentarme a mi padre y soportarle lo que sobra de año Creo que tendré que pensarlo -dijo irónica.

-¿Aún sigue obsesionado con su campaña? -ella abrió sus ojos y asintió rápidamente.

-No tienes ni idea de cuanto –suspiro

Un Mes De Placer (Ruggerol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora