Capitulo I

1.5K 71 17
                                    


Capitulo uno

En las afueras del páramo aquella mujer de cabellos del más fino color verde lima caminaba con su hijo de diez años, él era una fina mezcla entre su padre el cual era un licántropo y ella la cual era la reina de las ninfas. Su deber como reina era proteger a su pueblo aun a costa de romper su propio corazón de madre. Ella sabía muy bien que su hijo no tendría oportunidad fuera del páramo que los protegía y si el sobrevivía terminaría siendo odiada por él. El niño de piel canela, ojos tan negros como los de ella, pero aun así mostraban inocencia, él se soltó de su agarre y busco unas flores las cuales solo crecían a los límites de sus dominios.

 El niño de piel canela, ojos tan negros como los de ella, pero aun así mostraban inocencia, él se soltó de su agarre y busco unas flores las cuales solo crecían a los límites de sus dominios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Madre de midoricawa

Midoricawa: madre a mis hermanos les gustaran están flores, dentro de poco se casaran y se irán - dijo sonrió de forma tierna, tal vez eso sería lo que más extrañaría de su pequeño, el simple hecho de que amaba a todos sin importar como los demás lo mirasen. - Mami porque estamos fuera - pregunto dándose cuenta de que habían salido al exterior lo cual estaba prohibido.

Serena: mi cielo tienes que entender que antes de ser tu madre soy la reina del páramo, y en mis manos está el bienestar de muchas personas, y muchas de ellas temen por el simple hecho de que tú eres diferente no eres un licántropo y tampoco una ninfa, no pareces tener habilidad alguna, tampoco irradias la pureza que debes, por ello no sabemos de lo que serás capaz, pero solo pido algo que aunque sea un deseo egoísta espero que puedas cumplir si no te vuelvo a ver - ella se levantó mirando a su hijo el cual precia no entender y era lo que más le dolía. - no me odies, riuuji midoricawa a partir de hoy te revoco el título de príncipe del páramo y quedas exiliado no podrás volver a entrar y tampoco volver a ver a tus hermano - sin decir más dejo al niño solo con sus lágrimas y las flores que llevaba.

Midoricawa: mami.....no me dejes...por favor - el pequeño de diez años comenzó a correr sin rumbo alguno, pues una extraña nube de color blanco lo envolvió perdiendo sus sentidos, sus pies comenzaron a doler ocasionando que cayera al suelo, y su pequeña cabeza se golpeara con una roca, poco a poco todo el piso era cubierto de sangre, sus ojos veían fijamente al cielo, por fin podría ir a jugar con sus abuelos, eran los únicos que los trataban como un igual en aquel lugar que alguna vez fue su hogar. Una pisadas se oyeron pero el ya no tenía fuerzas para levantarse, poco a poco fue cerrando sus ojos, sintió un calor recorrer su cuerpo, pues alguien lo estaba cargando y sin más se durmió

Narrador midoricawa

Cuando desperté me di cuenta que era cierto y no un mal sueño, mi propia madre me había exiliado de mi propio hogar, jamás pensé que terminaría así. Mi cabeza dolía y con mucha dificultad me levante de la cómoda cama en la que estaba, cuando salí de la habitación camine hasta un lugar en donde olía dulce, y fue cuando me encontré con un señor de cabellos morados el cual hacia galletas, con cuidado me acerque y lo llame el solo me sonrió.

Mi exiliado (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora