Mi exiliado (OMEGAVERSE)

Capitulo VII

Capitulo siete

----------- tres años después ----------

Narrador midoricawa

Los años han pasado, y aquellos bárbaros como lo habían dicho han dejado de atacar, y cada vez reclutan más gente, tengo miedo de que me encuentren. Los del convenio de la manada luna roja pasaron hacer solo la manada luna roja, hace cinco años que no veo a travis, prefiero no volver a verlos es muy doloroso ver como sonríen y como lloran y no poder abrazarlos, la última vez que vi a travis fue el día en el que llevo flores a una tumba sin nombre en el cementerio de la ahora manada luna roja, y por lo que pude oír de Julian no tenía nombre porque nunca encontraron mi cuerpo.

Me encontraba en el bosque buscando algo para comer, ya que diariamente dedo de cambiar de sitio y  escondite, son las puedes de luna y no debo desobedecer. En una gran piedra cerca de un río había un venado el cual estaba tomando agua, pero en las espesas malezas se encontraba un gran puma el cual estaba listo para atacar, fue ahí cuando utilice mis poderes  de manipulación de mentes, cada ser vivo siente culpa, y le mostré su tormento, poco a poco el puma comenzó a chillar y sin más murió por falta de aire. Me acerqué al cuerpo sin vida de la bestia, pero la verdad sentí lastima y culpa por haber hecho tal maldad.

¿?: pero mira que tenemos aquí - sentí mi corazón detenerse y cuando gire me encontré con unos ojos verdes penetrantes,  y sus cabellos negros estaban más largos, era aquel Alfa que estaba encargando de la destrucción de las manadas, el porque estaba ahí era un misterio para el - dejame me presenté pequeño, soy joseph - el se acercaba a mi de forma lenta, observaba mis movimientos, pero de algo estaba seguro no eran sus intensiones no eran buenas.

Midoricawa: que es lo que quieres - pregunté recuperando mi postura, estaba evaluando mis rutas de escape, pero al girar mi visión me di cuenta que a él lo acompañaban dos hombres el beta de la otra vez y un chico que jamás había visto en mi visiónes.

Joseph: pequeño...tu eres el que ha estado viendo nuestros movimientos, por ello nuestro líder quiere que te acabemos, pues si los de la manada luna roja te tuvieran en sus filas estaríamos perdidos - dijo ya cerca de mi rostro, podía sentir su respiración sobre mi, el veía mis labios y mi cuerpo, sus pensamientos no eran para nada un secreto para mi. - pero sería una lástima matarte, debajo de toda esa peste y sangre seca puedo ver la belleza que tienes, por ello te doy dos opciones convierte en mi amante, en mi perra, te daré podo lo que quieras, pero si no aceptas aún así yo no sería el único en profanar ese cuerpo - en un rápido movimiento el me sujeto de la cintura,  sus labios estaban tan cerca, sentía mi corazón latir rápidamente, tenía miedo no quería ayudar a una persona a matar y destruir manadas.

Beta: jefe se divertirán ustedes dos solos - aquel beta de color se acercó a nosotros con una sonrisa maliciosa, sus ojos estaban rojos,  lo que dio a entender que estos vampiros se alimentan de sangre humana algo que está rotundamente prohibido, ir al mundo humano es un delito muy grande.

Joseph: que les parece si primero oímos lo que tiene que decir - el giro su vista hasta mi y apretó su agarre, pero su rostro reflejo enojó cuando aquel beta me vio como una presa.

Midoricawa: prefiero estar muerto...que ser el juguete de alguien tan cerdo como tú - cerré los ojos al sentir un fuerte dolor en un costado, caí al suelo cerca de él cuerpo del puma que había casado. Fue cuestión de tiempo en que la sangre comenzó a salir de la herida recién hecha por aquel bastardo asqueroso.

Joseph:  Alan, Doncan que les parece si nos divertimos un rato con este bombón, pero primero dime pequeño ¿haz tenido sexo en el agua, con un Alfa y dos betas? - pregunto mientras me tomaba en brazos, y poco a poco se metía en la parte más profunda.